Así es como te acogen los perros en Turquía. Aunque en este caso más bien le hemos acogido nosotros.
Desde 2009 una ley dictada por el Gobierno Turco castiga a quien haga daño a estos animales o les retire la comida.
Gracias a esto las calles están repletas de animales como el de la imagen (al que hemos bautizado como White Hash y el cual nos sigue allá donde vamos). Totalmente dóciles alegran las ciudades y pueblos con sus andares y otros gestos animalescos. Todo un atractivo de la zona.
Esto surge para contrarrestar el pasado tan turbio de Turquía con estos animales. A finales del siglo XIX el Sultán Otomano Abdülaziz, no amigo de los canes, ordenó deshacerse de todos los perros de la ciudad enviándolos a Sivriada, una isla vecina a Estambul. Se estima que alrededor de unos 50.000 perretes quedaron atrapados en aquel islote. El resultado fue atroz.
Muchos años más tarde, en 1911 el Gobernador de Estambul decidió contrarrestar el daño hecho por su predecesor. Liberó a los perros que se habían reproducido en Sivriada y repoblaron la ciudad.