De Vuelta al Camino del Exito

Recuerdo cuando era niño… A pesar de que siempre fuí un niño muy temeroso, siempre albergué grandes sueños de grandeza, éxito y realización. Siempre soñaba, tenía de forma innata la capacidad de la visualización. Podía visualizar y contruir en mi mente cada instante , cada detalle, cada sensación, cada sonido, cada olor, cada movimiento, de lo que yo imaginaba que sería mi vida, como si lo estuviera viviendo realmente en ese momento. No tenía ninguna dificultad para crear en mi mente una realidad. Yo imaginaba grandes cosas, mis visualizaciones eran los mas ambiciosos escenarios. Me veía como una estrella consagrada del socer (En aquel tiempo aún me gustaba el socer), una super estrella del Rock y un magnate hotelero, un super empresario. En mi imaginación no había limites, todo era, no solo posible, todo era una certeza… Solo era cuestión de tiempo… Solo era cuestión de tiempo…Cuestión de tiempo.

Lo que yo no sabía era que el tiempo me iba amostrar que exisitía un mundo de oscuridad, todo un estilo de vida… Con lo que yo no contaba era con la implacable necesidad de los adultos a mi alrededor para llevarme a ese mundo de oscuridad al que ellos insistían en llamar “Realidad”. Yo no entendía porque ellos se sentían tan amenazados y enfadados cuando yo con todo mi entusiasmo les contaba sobre aquellos grandes sueños (Para los cuales por cierto, ya había definido metas, objetivos y todo un plan de acción para hacerlos realidad) y les compartía mis planes. Yo creía (En mi Inocencia) que ellos dirían que era algo genial y maravilloso, pero cada vez que yo les hablaba de mis sueños ellos reaccionaban cada vez más agresivamente y me decían que debía ser “Realista”, que solo los niños tontos y las personas idiotas soñaban, según ellos las personas sensatas, tenían los pies en la tierra, bajaban la mirada de las nubes y se conformaban con la vida que les había tocado. Me decían que me dedicara y me concentrara en ser bueno en la escuela o no seria nadie en la vida.

Mi falla, ahora lo sé, no radica en haber compartido mis sueños la primera vez, pues es algo natural de un niño hacerlo con sus mayores en busca de aprobación, sino en insistir en compartirlos aún después de ver como reaccionaban los adultos, y mas aún, en permitir que sus putrefactas mentes contaminaran mi inocencia hasta permitir que me la arrebataran y me arrebataran todos mis sueños y hasta mi capacidad de soñar.

Ahora se que solo los soñadores viven realmente, ahora se que el mundo és de los soñadores; ahora se que el “Realismo” es la trinchera donde los mediocres y fracasados atesoran y protegen todas sus excusas y pretextos, donde moran aquellos que sucumbieron a la oscuridad de la “Realidad” y se convirtieron en “Realistas”, o debería decir “Zombies”?

No puedo regresar al pasado para remediar mi falta de carácter, un pasado en el que no tuve la fuerza de defender mis sueños, anhelos y convicciones y me deje casi sin darme cuenta infectar por el virus de la mediocridad y la desesperanza, por el virus del “Realismo”, por el virus del “Miedo”. No puedo regresar, y no vale la pena arrepentirse ni culparse como lo hice por tantos años. Pero por fortuna y a pesar de tanta contaminación siempre quedo viva en mi interior algo de “Luz”, de esa luz que me hacía soñar y visualizar mi vida futura. Asi que durante años luché, busqué, me asocié, leí y aprendí a reencontrarme. Aprendí a buscar, a donde buscar y a como buscar hasta que me reencontré. Asi que como ya dije no se puede regresar el tiempo ni tiene sentido vivir arrepintiéndose, pues lo que sí puedo hacer es tomar el control de ahora en mas, pues a diferencia de cuando era un niño inocente e indefenso ante los embates de los adultos que eran las figuras de autoridad, ahora soy un hombre, “Ahora Yo Soy El Adulto” y soy fuerte, curtido por 44 años de sobrevivir al mas arraigado, persistente y castrante negativismo, ahora no hay nada ni nadie que sea capaz de influir en mi mente para hacerme creer que yo no puedo o que no merezco cualquier cosa que yo sea capaz de anhelar. Por que ahora he recuperado el conocimiento que se me había otorgado como un regalo de nacimiento, ahora lo se otra vez y con mas fuerza y certeza que nunca, y es que yo nací con el derecho divino de vivir en libertad, de elegir mi camino, de vivir todo aquello que mi mente sea capaz de imaginar, es mi derecho por el solo hecho de estar vivo el imaginar algo luchar por ello y realizarlo. Soñar es un derecho de nacimiento y nadie tiene el derecho o puede adjudicarse la autoridad para robarte tu derecho a soñar.

Han sido largos años de un doloroso letargo, pero al fín logré desprenderme de todas las cadenas que me pusieron desde mi niñes y de las que yo mismo, en mi ceguera, me puse. Fue un largo proceso de renacimiento, de reencuentro y de reinventarme a mi mismo desde el momento en que tome la decisión de buscar a mi verdadero yo, “Aquel niño que sabia soñar y visualizar y que vivía en la certeza de que lo que veía en su mente no era otra cosa mas que su propio e inevitable futuro”

Will Smith dice que qué sentido tiene ser realista… Le debo a Will Smith prácticamente la vida pues sus palabras resonaron tan profundamente en mi que se han quedado tatuadas en mi alma. Y ahora se solo una cosa…
“Yo ahora vivo en el camino del éxito y moriré defendiendo esta verdad, El Éxito no es un fin, El Éxito es un Camino, El Éxito es una Forma de pensar, El Éxito es una Forma de Sentir, El Éxito es una Forma de Expresarse, El Éxito es una Forma de Ser, El Éxito es un Estilo de Vida.”

Concluyo esta aventura de introspección con el apoyo de Will Smith: