Día 3 | Porque no todos los días grises son malos
¿Qué hay de malo en el gris? Honestamente, nunca he entendido a las personas que generalizan o catalogan un día gris como un mal día.
A ciencia cierta, admiro a las personas que le encuentran belleza a la nimia oscuridad de las nubes, porque son aquellos que saben apreciar los pequeños detalles de las cosas. Hay belleza en la llovizna, en el frío, en la neblina y en los vidrios empañados.
Se dibujan mapas sobre el parabrisas con ayuda de esas pequeñas constelaciones cristalinas que caen del cielo, y me dirán a mi ¿eso no es hermoso? ¡Eso es hermoso!
Si no me creen, solo habría que preguntarse algo muy sencillo, esa fotografía es tan única como el momento en el que se tomó, porque ese instante en el que me detuve no va a volver, porque las horas no regresan, porque las gotas nunca volverán a caer en el mismo sitio.
Definitivamente, puedo decir que veo la belleza en este tipo de días.
Puedo decir que es fascinante como se extraña el roce entre la temperatura que baja paulatinamente, hasta que es necesario buscar un abrigo, sea cual sea su procedencia.
Es que a veces, cuando hay necesidad, hay necesidad.
Poco más de 200 caracteres fueron escritos con Nicolas Jaar de fondo.
Thanks por reading.