¡Barinas! ¡Barinas!
Mientras más nos acercamos a las elecciones presidenciales, más debemos recordar a los barineses en el 2021. La paliza que los venezolanos de Barinas propinaron al gobierno de Maduro y su horda, aparte de buena, fue doble. Dos veces los derrotaron en las elecciones gubernamentales; primero en noviembre del 2021 y luego en enero del 2022. La primera vez ganó el candidato de la oposición por un margen muy corto, y derrotó nada más y nada menos que al hermano de Chávez. Pero resulta que como son tramposos, Maduro mandó al Tribunal Supremo de Justicia a que inhabilitaran al candidato ganador.
A ese acto antidemocrático, vil y deplorable, lo siguieron llenando de aguas sucias, de malos ejemplo porque luego no dejaron inscribir a las elecciones presidenciales a la esposa del candidato que había ganado ni al próximo en la lista de la oposición, y como no podían inhabilitar al todo el mundo avanzaron con sus trampas y sus bellaquerías, pero no lograron pisotear el ánimo de los votantes venezolanos antichavistas.
Así, resulta que nuevamente el pueblo votó en contra del chavismo, derrotándolos por segunda ocasión y esta vez la diferencia fue varias veces mayor que la primera; soberano tablazo en la nuca le dieron a esos canallas porque es que a todo ladrón le llega su hora y eso que, durante la campaña, el candidato chavista tuvo el dinero del gobierno nacional y regional, tuvo la fuerza de las instituciones gubernamentales, sus vehículos, la prensa y hasta el apoyo de algunos falsos opositores que, en lugar de aliarse contra la maldad, se propusieron como candidatos, generando el temor de dividir los votos de la oposición.
Barinas es referencia para Venezuela y la gente lo sabe; allí sangró el chavismo porque son vencibles, porque se les puede dar en la madre; de allí salieron heridos a pesar de todas las ventajas y de las trampas; en Barinas se demostró que la rabia puede dar buenos frutos porque viendo ellos el descaro del gobierno por no abandonar la gobernación, lo castigaron duramente con el voto; si la primera vez fueron a votar por un cambio, a la segunda le agregaron el combustible de la ira, del rencor y no se dejaron quitar el ánimo y con determinación ejercieron la libertad del voto.
En Barinas se le metió por la madre una estaca electoral a la tiranía, se les vio sangrar y la costura se abrió desde fuera, es decir, de la decisión de los venezolanos por mantenerse fiel a la hora de votar contra ellos. Esos es lo primero, determinación, carácter, voluntad para salir a votar en favor de la democracia, de la libertad; el ciudadano común, que no tiene otro medio de defenderse no puede dejarse quitar el voto, la calle para protestar, los espacios en las redes sociales ni su derecho a expresarse ni ante este ni ante ningún otro gobierno.
Lo segundo se lo pedimos a los líderes; necesitamos levantar una candidatura en condiciones de derrotar al gobierno anti-democrático de Maduro. Como ciudadano común, necesito respuestas para poder afianzar mi resolución de ir contra la tiranía. No quisiera que la misma oposición me nublara el camino hasta la mesa electoral, quiero llegar seguro a estampar mi voto, por un candidato contrario al gobierno y que represente la posibilidad de rescatar la institucionalidad democrática del país.
Imagen del texto de Pixabay editada en Canva
Creo que es lo que todos deseamos...
Y todos estamos esperando que suceda eso y también hay que ayudar a que suceda.
Los barinenses saben que llevanla dirección en esta situación, son luchadores, reactivos y conscientes.
Como ellos tenemos que ser todos en las próximas elecciones.