Steemians, la noche de hoy, desde este pedacito de tierra en el que me encuentro en plena llovizna y frío (de esos “fríos” caribeños) despues de semejante calor, y comiéndome imaginariamente un pansito de coco con chocolate caliente, les traigo una paráfrasis de lo que trata el cuento “La Luna no es pan de horno”, de Laura Antillanos.
Laura Antillanos es una escritora venezolana cuyas letras llenan de emotividad a cada lector, como es en el caso del cuento “La luna no es pan de horno”. Más que un cuento, está estructurado en forma de epístola, el cual logra enaltecer de manera directa el sentido de amor y añoranza de una hija a la madre, tras el fallecimiento de ésta última. Así mismo, se viaja a través del tiempo en una narrativa que no deja de evocar situaciones y, que llenan de profunda melancolía a quien la escribe. La protagonista relata con sumo detalle cada rasgo, gusto, actitudes, virtudes y defectos que poseía la difunta a lo largo del texto.
“La luna no es pan de horno” es un dicho que la madre o la “Señora” (como la identifican en ocasiones) mencionaba, dando a entender que las cosas no son lo que parecen y que además, suelen ser complicadas. En respuesta, la protagonista escribe: “claro que no es, mamá, ahora sé lo mucho que no es; es de piedra y fuego, y dura, como un palo, con todo, hay que estar de pie, y con ‘el ánima bien templada’, porque como dice el poeta: ‘el ánima bien templada salva la doliente criatura’…”. De esta forma, el relato envuelve un mundo de emociones que a manera de consuelo, exige firmeza para superar los dolores ante la pérdida de un ser amado, y las dificultades de la vida en si misma.
Trata de una temática universal y trascendental en la emotividad del ser, llena de amor y dolor, sentimientos que en el relato acontecen perfectamente armónicos e imponentes al mismo nivel; es por esto que las palabras del poeta en el cuento (que si saben de quien se trata, me lo dejan en los comentarios) resonaron en mi cabeza una y otra vez, porque la dolencia tiene como verbo el dejar y perder. Viviendo circunstancias difíciles en estos tiempos, en mi país y en el mundo entero en lo social y moral, tener el ánima bien templada es el escudo ante la toxicidad de la humanidad (como la cancion de Sistem Of A Down) y los aprietos en la vida.
El cuento fue adaptado al séptimo arte en un mediometraje, formando parte del proyecto realizado por La Villa del Cine llamado “Antologías de cuentos venezolanos”, dirigida por Luisa de la Ville.
Por acá les dejo el link del cuento, les debo el del mediometraje (no lo conseguí en internet) y les recomiendo escuchar Toxicity de SOAD.
Les mando muchos besos, abrazos y más vidas que un gato
-Makari
gracias a ti pude entender ese cuento al fin
¡Buenísimo! Gracias