¿Dónde?
¿Dónde estuviste todo este tiempo?, ¿Porqué pretendías nunca darte a conocer a mi persona?, aún no entiendo porqué tuviste que llegar hasta ahora, pero estoy seguro que debo dar gracias al cielo que me dejó verte esos pocos segundos, pues me bastaron para decidir que debía conocerte.
Y me dediqué a buscarte, a idear la manera de coincidir, a hacerte saber que me sentía incompleto sin ti; aunque no lo dije tan claro como esta vez, esa era la situación de mi ser.
¿Dónde? me preguntaba cada noche después de esos momentos frente a ti, justo esas noches que vivía con la zozobra de saber si sonreirías por mí. ¡¿Dónde?!
Para todo en la vida es un momento propio. Te deseo solamente lo mejor para toda vida tuya.
Seguiremos mirando la misma luna y junto a ella nuestros recuerdos que jamas desvanecerán en el tiempo.