Hace unos días he leído en un medio digital (ver enlace al pie) sobre una manifestación de taxistas en Barcelona, que comenzó con una performance en plan “V de Vendetta” para protestar contra compañías como Uber y Cabify que, presuntamente, hacen competencia desleal. Sin ánimo de pronunciarme a favor de unos u otros por falta de conocimientos y reconociendo que este tipo de empresas son una putada para los taxistas que están mucho más encorsetados por las leyes y exprimidos por los impuestos, no puedo evitar acordarme de los Luditas.
El Ludismo fue un movimiento del siglo XIX, en plena revolución industrial, promovido en principio por los artesanos ingleses que protestaban contra la mecanización de los telares y máquinas de hilar, que acababan con su trabajo al poder ser manejadas por personas sin cualificación que cobraban salarios más bajos. Por ello los Luditas tenían entre sus actividades reivindicativas la destrucción de la maquinaria que les hacía la competencia desleal. Con el tiempo el término Ludita ha pasado a aplicarse a todos aquellos que tienen fobia a la tecnología.
Pero lo peor de todo no es esto, lo peor de todo es que, en poco más de una década, tampoco habrá trabajo para los conductores de Uber y Cabify porque sus automóviles serán autónomos, no en vano en Estados Unidos Uber ya está haciendo pruebas, incluso ha sido protagonista de un desgraciado accidente últimamente. Es la imagen de “Saturno devorando a sus hijos”.
Durante la “Revolución Industrial” la sociedad recibió un palo cojonudo pero todo sucedió más lentamente y la gente se pudo ir adaptando, desaparecían unos empleos y oficios pero las fábricas ofrecían mucho trabajo que no requería ninguna especialización, aunque fuese en condiciones asquerosas (más cornás da el hambre). Pero la denominada 4ª revolución industrial no solo está terminando con sectores enteros de empleo, sino que además está siendo mucho más rápida y no nos da tiempo a reciclarnos, las ocupaciones tradicionales desaparecen y las nuevas nos suenan a chino. En, prácticamente, todos los sectores laborales las nuevas tecnologías nos irán desplazando poco a poco del escenario, hasta terminar con todos los empleos no cualificados. La bola de nieve está en marcha y ya no la podemos detener, sería como desviar un río con las manos.
Por eso creo que tenemos que hacer una reflexión profunda ante el acontecer diario, hay que seguir protestando por supuesto y ejercer nuestros derechos porque tenemos toda la razón, pero la razón no se come así que, una vez terminada la acción social, a casa a estudiar, a ponernos a buscar alternativas que nos permitan sobrevivir a lo que se nos viene encima. La tecnología nos vapulea en estos casos, pero también nos da la solución, en la red tenemos todo el espacio y las herramientas necesarias para poder conseguir un hueco donde rentabilizar nuestras aficiones y habilidades, nunca en toda la historia de la humanidad hemos tanta información, tan variada, tan accesible y tan barata, ni un medio tan vasto y democrático para intercambiar bienes y servicios.
Resumiendo, tenemos que estar siempre en prevengan y, repito hasta la saciedad, imprescindible saber inglés por mucho que el gringo nos repatee las pelotas y surfear la red viendo las nuevas tendencias para buscar donde y como encajar nuestro “bisnes”.
Enlace noticia
https://www.metropoliabierta.com/el-pulso-de-la-ciudad/movilidad/3-500-taxistas-y-un-funeral-el-de-uber-y-cabify_5624_102.html
El apuntador.
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