"No tengo. Nunca sentí arrepentimiento en mi alma; nunca pensé que lo que hice estaba mal aunque la sociedad lo condenara. Mi sangre y la de mis víctimas estará en la cabeza de mis torturadores. Debe de haber un Ser Superior que creara la chispa de la vida. Ese Ser juzgará buenos mis actos puesto que vengué mi injusticia. Los castigos que sufrí destruyeron todos mis sentimientos de ser humano. Por eso no tuve piedad con mis víctimas."
"Dime: una vez que me corten la cabeza, ¿seré capaz de oír, al menos por un momento, el sonido de mi propia sangre saliendo de mi cuello?"
El expresionismo alemán tiene mucho qué decirnos... entre esas cosas, nos recuerda que el Opresor está enfermo, encerrado en una excusa tanática... ¿La interpretación de Peter Lorre es el espejo de un Peter Künten sentenciado y luego guillotinado, o la metáfora del señalamiento entre villanos? Nadie está exento de culpa... nadie.