Esta entrada la escribo, ya que al buscar información sobre el período postoperatorio de nuestras mascotas, no encontré mucha información guía que me permitiera tener una ruta de acción clara de los pasos de debía realizar, cuando los síntomas de tus perrhijos no son los esperados.
Resulta que después de haber pasado un tiempo traumático por haber perdido a una de mis perras, durante el proceso de esterilización, me volví muy "quisquilloso" con el tema de la esterilización de los perros.
Shadow, fue una perrita que tuve durante 9 años, pero que nunca llegamos a cruzar y a raíz de ello, notamos que en una de sus mamas, le salió un pequeño tumor, lo cual, normalmente, los veterinarios determinan como cáncer.
Shadow, antes de ser operada, ya venía padeciendo situaciones de salud, por lo que con el deseo de que tuviera mejor salud, decidimos llevarla a esterilizar y, además que le quitaran el tumorcito que le había salido.
Lamentablemente, aquella tarde, Shadow se quedó dormida con la anestesia y no volvió a despertar.
3 meses después de esta situación bastante difícil, decidimos esterilizar a las perras más jóvenes, Arya y Luna; y, aunque ambas fueron esterilizadas el mismos día, el postoperatorio fue muy distinto para cada una.
Luna, es una perra criolla, pero con predominancia en el Husky Siberiano. Por lo que es una perra muy activa.
Ella pasó su postoperatorio tranquila. Cuando llegó a casa después de la cirugía, estaba un poco decaída, no bebía nada de agua, ni tenía apetito. Pero, al día siguiente comenzó a beber agua, aunque su apetito aún no era el mismo.
Al 3er. día, ya estaba comiendo normal.
Arya, sí sufrió complicaciones durante el postoperatorio.
Aunque las primeras horas posteriores, a la cirugía, tuvo síntomas como vómito, lo cual nos indicaron que era normal, en caso de que bebiera agua, Arya continuó con este síntoma durante varios días, por lo que tuvimos que llamar varias veces al veterinario para que nos brindaran las indicaciones correspondientes.
Le compramos medicamentos indicados, pero no evolucionó mejor. Sin embargo, decidimos llevarla, nuevamente, al veterinario para que la revisaran y nos dimos cuenta de que sus riñones e hígado habían sido afectados, además de que su esófago comenzó a sufrir irritación por lo frecuente de los vómitos.
Al estar en el veterinario, se decidió dejarla en observación, ya que había alto grado de deshidratación, por lo que comenzaron con el protocolo de rehidratación.
Lamentablemente, horas después, nos llamaron indicando que Arya había fallecido por una convulsión.
Es una situación bastante complicada y triste, pero que nos deja enseñanzas y es que, aunque las operaciones de esterilización no presentan mayores complicaciones, lo recomendable es tener los exámenes de nuestros perrhijos antes de la cirugía, de modo que los veterinarios tengan la información correspondiente para tener el mejor tratamiento de nuestras mascotas.
Es importante resaltar que como dueños de mascotas, si nuestro perro no evoluciona bien al 2do. día del postoperatorio, debemos correr al veterinario para
no perder tiempo y que nuestra mascota se recupere lo más pronto posible.
Esta es mi querida Arya