Caminada por un lugar oscuro, no parecía haber nada, ni suelo ni cielo, no había ni frío ni calor. Lo más cercano que he sentido es estar debajo del agua en un sueño. Parecía tan liviano y a la vez indestructible.
Me sumergía cada vez, más profundo y alto a la vez, mis sentidos se debilitaban a pesar de que no tenía. Una vez fuera, lo más lejos del planeta, lo sentí, la Luz de la inmortabilidad.