“Concurso de Microrrelatos de Ciencia Ficción #MicroCiFi256 - Semana 1 - Inmortalidad”: El Secreto de la Hermandad “Brumez Eternos”:

El Secreto de la Hermandad “Brumez Eternos”:

El Guardián le miró antes de cerrar la escotilla. Bano seguía sin descifrar sus palabras “no te mentí; pero no entenderás hasta que sea demasiado tarde”. Habían sido las palabras del centinela luego de cederle la cabina.

Asesinó a todos los que se le interponían para llegar al Otembrus de Casia, todas las personas que había conocido en su vida superficial, las que le habían importado, las que apenas recordaba, sin distingo eran un recuerdo; y no habían pasado más días, que todos los anteriores, en su vida previa a iniciar la búsqueda de la legendaria fraternidad de los Eternos.

Trasladarse desde el mundo conocido hasta allí ocurrió tan rápido, que le costaba creer que llegara al interior de Fraziha. Tan simple cómo le dijeron, se hallaba dentro de un domo, al centro; un pedestal sobre el cual estaba el cuenco colocado dentro de la pirámide de cristal. El espeso atol se preservaba sin fermentarse.

Apenas ingirió la fórmula experimentó los cambios biológicos que le describieron, su cuerpo mutó mientras seguía consciente. Al momento; la sabiduría que encerraba el proceso se reveló en su mente sin más secretos.

No se había hecho inmortal, sino todo lo contrario. Su cuerpo no moría y él se volvió su prisionero. No era inmortalidad lo alcanzado, sino el estancamiento de su yo verdadero. Tal cómo había dicho el Guardián, que lo entendería cuando fuera tarde. Pues bien. Ya lo entendía y en efecto era demasiado tarde, era el nuevo prisionero eterno de la hermandad. Esclavo para siempre de aquel cuerpo.