Siempre que he asistido a charlas próvida se ha hablado de las encíclicas HUMANAE VITAE , escrita por Beato Pablo VI en 1968 y EVANGELIUM VITAE escrita por San Juan Pablo II en 1995.
En esta oportunidad quiero escribir un resumen que invite a leer la encíclica HUMANAE VITAE, aprovechando que se acaba de cumplir 50 años de haber sido escrita.
En el momento que fue escrita ésta encíclica, se observaban muchos cambios en la sociedad por el rápido crecimiento de la población. Estos cambios no se pueden ignorar por tratarse de la vida y la felicidad de los hombres. Esta encíclica fue muy polémica en su tiempo al hablar sobre el uso de la píldora anticonceptiva y sus consecuencias en la sociedad del hombre moderno.
Se ha dice que fue un escrito profético, porque explica que al usar los métodos ilícitos para la regularización de la natalidad, crecerá la infidelidad de las parejas, aumentará la degeneración moral de la sociedad, la lujuria de los jóvenes nublando su conciencia y aumentará el número de abortos y divorcios. La degradación moral en general estimulará la perdida de respeto de la mujer, vista como un objeto sexual, sin importar su equilibrio físico y
psicológico, considerado como un objeto de goce egoísta, y no como una compañera respetada y amada. Y podemos darnos cuenta que todo lo escrito ha traído todos estos desordenes sociales.
La encíclica retoma el tema del fortalecimiento de la familia para que se mantenga en comunión con Dios. La trasmisión de la vida a las nuevas generaciones y la competencia del magisterio frente a esta misión. La importancia del amor conyugal en su la unión y procreación, temas que casi han sido olvidados en la actualidad.
Habla sobre la posibilidad del amor verdadero, recuerda que fuimos creados por Dios con amor, y que cada persona es única, irrepetible, preciosa y amada. La importancia de respetar la dignidad humana y la importancia de mantenernos a la fidelidad del plan de Dios. Propone un creciente sentido de paternidad responsable con la practica honesta de regularización de la natalidad. Al conocer y respetar el ritmo de fertilidad, aumenta el dominio
de uno mismo, ennoblece al hombre y la comunicación de la pareja.
Nos explica que el control de uno sí mismo exige un esfuerzo continuo del dominio de los instintos , enriqueciendo verdaderos valores de la vida y la familia. Crea un ambiente favorable para la educación, serenidad y paz.
Nos enseña la diferencia entre libertad y libertinaje, mediante el respeto del orden moral. Apoya el sentido de la responsabilidad y profunda capacidad para educar a sus hijos. Los hijos crecen en una estima de valores, con un desarrollo sereno, armónico de facultades espirituales y sensibles.
La iglesia reconoce la debilidad del hombre, acoge a los pecadores e invita a la enseñanza de una vida humana conducida por el espíritu de Dios. Nos recuerda que Dios sostiene y fortalece la buena voluntad. invitándonos a pedir su ayuda .
También nos habla que estas enseñanzas no serán aceptadas fácilmente por todos, pero es necesario hacer una proclama con firmeza dando las claves de la ley moral natural y evangélica. Dejando claro que la iglesia defiende la moral conyugal en su integridad, y para la construcción de una civilización verdaderamente humana defendiendo la dignidad de los cónyuges.
Invita también a realizar apostolados entre los hogares, un llamamiento especial a autoridades públicas, a Médicos en el ejercicio de su profesión para que sean promotores soluciones que inviten al respeto moral. También va dedicado a sacerdotes y obispos. El hombre no puede encontrar su propia felicidad con todo su ser, a menos que respete las reglas de Dios.
Los invito a leer las encíclica y a educarnos en temas de la defensa de la vida y la dignidad humana.
Fuentes:
1- Humanae Vitae
Si disfrutaste esta publicación, te invitamos a ver más de @AmarseFoundation:
(Los Post están en Inglés, pronto los llevaremos también al Español)
1-La escasez de Medicinas en Venezuela y Como Podemos Ayudar
2-Consejos Para Descubrir si es la Persona Indicada Para Ti
3-Como Perdonar a los Que nos Hacen el Mal