Podemos empezar de manera sencilla, por el origen de la palabra. Cabalá viene del verbo Lekabel, que en hebreo significa “recibir.” (לְקַבֵּל)
La Biblia, en el Antiguo Testamento, nos cuenta que Moisés recibió los 10 mandamientos y la Torá en el Monte Sinaí, y que luego transmitió ese conocimiento a los ancianos, a los profetas, a los sacerdotes del templo, a todo el pueblo de Israel, y de allí a todas las naciones del mundo.
Por esta razón, muchos entienden que la Cabalá es el estudio místico de la Biblia. La idea sería alcanzar el conocimiento del Creador, del plan de la creación, mediante un estudio místico del Antiguo Testamente, de la Torá.
Pero la Cabalá va mucho más allá. Justamente a partir del estudio místico de la Biblia, o de los textos cabalísticos clásicos como el Sefer Yetzirá y el Zóhar, se nos despierta un nuevo sentido, y nos comenzamos a dar cuenta de que el mundo que nos rodea es mucho más complejo y pluridimensional de lo que pensábamos.
Descubrimos que vivimos en un universo de 10 y hasta 11 de dimensiones, como siempre nos han dicho los cabalistas a partir del Árbol de la Vida y las 10 sefirot, y como ya propone la física más avanzada mediante la teoría de cuerdas.
¿Qué clase de conocimiento recibió Moisés?
En una época de politeísmo, en la que se les rendía culto a montones de dioses: un dios de la lluvia, un dios del fuego, un dios del día, un dios de la noche, por ejemplo, Moisés comprendió que había un solo Dios.
Moisés es reconocido como el patriarca de las tres grandes religiones monoteísta, el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Y sabemos lo que ha significado para el mundo, para bien o para mal, el monoteísmo.
Ese fue el primer conocimiento que transmitió Moisés, y que está escrito en la oración, en el Shema: Escucha, ¡Oh, Israel! Tu Señor, tu Dios, es Uno.
No se trata únicamente de que haya un solo Dios, los cabalistas van más allá, y entendieron que el mensaje también dice: El Señor es Uno, es el todo.
O sea, que todo es Uno, que el universo que conocemos es un cuerpo, es una emanación del Creador, de la fuerza, de la energía, de la luz de la creación, que los cabalistas conocen como el Ein Sof, la luz infinita.
El universo es un todo, un Uno, está unificado.
Nosotros lo vemos fragmentado, por carecer de ese sentido adicional que podemos despertar mediante la Cabalá.
A partir del estudio y el trabajo, podemos unificarnos nosotros mismos con el todo. La sabiduría que nos entrega la Cabalá es cómo conectarnos con el Creador, con el origen, con la fuente de donde proviene la matrix en que nos desenvolvemos, con la energía que mantiene funcionando el Cósmos.
La Cabalá nos enseña cómo igualarnos en forma con el Creador. Eso nos permite alcanzar la plenitud, la felicidad, el equilibrio perfecto… aquí y ahora, en esta vida.
Ese es el conocimiento que no enseña la sabiduría de la Cabalá. y ese es el camino que vamos a seguir desarrollando en estos posts.
Te invito a que escuches mi podcast sobre la sabiduría de la Cabalá, cuyo link te dejo aquí abajo.
¡Shalom!
Óscar Reyes-Matute / מתת
Podcast C&K # 1, Qué es la Cabalá