Interesante, esa supuesta lucha de Belcebú por su alma. Sobre todo si por Belcebú entendemos al Belcebú de toda la vida: ese supuesto ángel caído que suele representarse con cuerpo de mosca y corona de rey, al que se le trata no sin imaginación, dejando a un lado su corporativismo infernal como recaudador de impuestos (en este caso almas), por sensaciones más humanas como el dejarse llevar por el embeleso de unos chupitos teniendo como guía campsa (o repsol), En el camino o similar de Jack Kerouac. Creo que habéis hecho un excelente y divertido ejercicio de imaginación.
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El microcosmos de la propuesta tenía muchos elementos para jugar con ella. En eso hay que darle las gracias a @valki por plantear generosamente tantas posibles líneas de narración. Las posibilidades eran incontables. En el camino acaba Nala, recorriendo la Vía Lactea.