Después de tantísimo atardeceres Rosa seguía intentando consolarse con cada uno de ellos, suspiraba aquí y suspiraba allá.
-Siempre me dijiste que “cuando uno está demasiado triste es bueno ver las puestas de sol” se decía Rosa, viendo como terminaba en segundos la puesta del sol y su corazón se sentía exactamente igual, triste.
-¿Cuándo volverás? ¿Acaso volverás? Seguía mirando el cielo en busca de alguna señal, quizá otra parvada, el recuerdo del día que partió su amigo la atormentaba, pensaba que no debió ser tan orgullosa, por primera vez y en la soledad de su asteroide, comprendió que con su orgullo hería, con su vanidad y sus exigencias agobiaba.
-Lo entiendo ahora lo entiendo, vuelve amigo vuelve, veras que felices podemos ser, yo seguiré perfumando nuestro espacio pero no te molestare tanto, tengo más espinas para defenderme del mundo, y las mariposas me han enseñado a cantar, puedo hacerlo mientras tu quitas esos molestos baobabs o mientras deshollinas los volcanes. Ahora solo quedaba guardar la esperanza de que su amado regresara antes de que el último de sus pétalos cayera.
De pronto la resplandeciente luz de un nuevo amanecer le deslumbro, le parecía mucho más brillante que todos los que había visto en su corta vida, podía sentir el calor de los rayos tan cerca como si de un abrazo se tratara y pensó por un momento que sus días habían llegado a su fin.
-¡Te extrañe tanto! ¡Flor! ¡Mi flor! Escucho una voz tan familiar, sus pétalos y toda ella revivió, era su amado amigo, era real, no era un sueño, había vuelto.
-Mi amado amigo, comprendo ahora porque te fuiste…
-Mi flor, perdóname por abandonarte aprendí en mi viaje que soy responsable de ti y fue cruel dejarte.
-Yo con mi vanidad y mis exigencias te agobie ahora lo sé. Menciono Rosa.
Desde entonces cada mañana cantaba alegremente Rosa en el asteroide B612 mientras el Principito sacaba a su oveja de su cajita con su respectivo bozal al que le ató una raíz de baobabs pues el aviador había olvidado dibujar su cuerito y casi se come a Rosa la primera vez .
Comprendieron entonces que solo la madures, la soledad y el pasar por varias vidas pueden hacerse obligatorios para aprender a vivir mejor con nosotros mismos y los demás.
Este relato fue escrito para participar en el "Concurso de nanonarrativa"
Es un Fan fic basado en la obra de Antoine de Saint-Exupéry "El principito".
Si tu tambien deseas participar entra aquí:
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Texto: Candy Ros personajes basados en "El principito" Antoine de Saint-Exupéry
Imagenes: Pixa bay