***El paseo de aquella tarde de abril junto a mi compañera de vida, fue algo muy casual, las casas, carros, niños jugando, hacían de nuestra caminata algo rutinario.
hasta ese momento especial en el que nos tocó la suerte de contemplar la belleza natural de estos coloridos árboles de Apamate completamente floridos, adornando el ambiente y captando toda nuestra atención y admiración.
Siempre atendamos a esos hermosos momentos que nos brinda la madre naturaleza, que si bien, se disfrutan más protegiendo esos atributos y conservandolos en nuestro entorno y nunca está de más capturarlos en una fotografía para así revivir cada uno de esos instantes y compartirlos con nuestros amigos.
Es nuestra responsabilidad cuidar, amar y respeta la naturaleza y a cada ser vivo.
Los árboles por ejemplo son nuestro oxígeno, nuestra vida misma.
Un ser verdaderamente humano, protege lo que nos brinda Dios.***