Para quien ama la fotografía y la naturaleza, los retos de hacer una foto son sueños que dan insomnios perennes o se hacen realidad. Cuando pusé mi último paso y mis ojos se clavaron en la laguna Negra en el páramo Alto de Quintero, Sierra de la Culata, mi corazón bombeaba ríos de sangre y de alegría; con las fuerzas menguadas después de 9 horas de caminata en ascenso continuo, esa espectacular vista de agua acunada a más de 3.800 m.s.n.m me hicieron recobrar el ánimo y las fuerzas para plasmar con mi objetivo el premio a mi sueño cumplido. No mas insomnios, ese espejo de agua azul en el cuenco que amorosamente reposaba hicieron que mi cámara y mi cuerpo temblaran de emoción; me dije, misión cumplida y el descenso se hizo lleno de gozo y apremiado para brindarle a mis amigos el fruto de mis fantasías. Hacer una foto soñada colma el espiritu del fotógrafo!
Que espectacular !! Nuestro país es increíble. Pasate por mi blog
Definitivamente un espectáculo!