A principios del año, 1981 una historia llamo la atención del ingeniero aeroespacial del laboratorio de propulsión a chorro (JPL, por sus siglas en ingles) de la NASA, Herman Regusters.
Una historia sobre un monstruo que tenía su hábitat en el lago llamado Télé. La criatura se le llamaba Mokéle-mbémbé y era una especie de monstruo prehistórico.
Muchos decían que era algo parecido a un Saurópodo, un dinosaurio prehistórico de cuello largo.
Las referencias de este monstruo provienen desde principios del siglo XX. Los visitantes franceses y alemanes contaban cuentos que escuchaban de habitantes del lugar sobre un gran monstruo que vivía en el bosque.
Según el paleontólogo del Museo de Historia Natural de Londres , Paul Barret, no hay manera que exista para este tiempo una criatura de este tipo sin que el ser humano tenga el conocimiento de su existencia.
“No tenemos evidencia en el registro fósil de los últimos 66 millones de años de la existencia de algún monstruo que tenga algún parecido con un Saurópodo en el mundo”, explica.
Alejándonos un poco de los dinosaurios, podemos decir que “resulta imposible que un animal muy grande que habite en tierras o en lagos pueda esconderse en la jungla africana.
“Los grandes animales requieren una gran población para subsistir, además de un territorio extenso para colmar sus necesidades alimentarias, dice Barret.
La idea que exista uno o dos animales gigantes en el lago Télé no tiene sentido según este científico.
Espero les haya gustado la segunda parte de esta sección que he iniciado en mi blog con la finalidad de explorar y viajar en el tiempo. Para descubrir todo aquello que es tan cierto como incierto en la historia de los seres vivos de nuestro planeta.
Saludos!