En el veloz y rabioso.
No me hagas daño
Me escribes, amor, sobre el ascenso desde el alféizar de la ventana.
En el pequeño pueblo de Zagórz.
Donde no habrá dolor y mayo eterno,
A la vida como el azúcar, y no la sal.
Si entiuendo ati te gustan las travesuras debajo de las sabanas sierto.