El buen cine se trata de múltiples cosas, no solo de contar una historia, se trata también de transportar a la audiencia a otro mundo en un periodo breve de tiempo, haciendo que se sienta identificado con la vida, las acciones y la forma de ser de uno o varios personajes, se sienta atrapado por entornos y llevado a situaciones divertidas que reflejen su propia vida. La realidad virtual, por sus capacidades inversivas, le proporciona herramientas con un alcance totalmente nuevo a los directores que desean crear de sus películas experiencias fuera de serie.
Johan Knattrup y Mads Damsbo, directores daneses, de la mano con la compañía de producción Makropol están usando realidad virtual para explorar las posibilidades narrativas que este tipo de tecnologías pueden ofrecer a los cineastas, creando historias tradicionales en escala visual, esperando que puedan, con esto, darle nuevas oportunidades a la audiencia de interactuar con los personajes, los ambientes en escena y con la línea de desarrollo de la propia película, es decir, poder jugar con la historia de los personajes y la trama general, entre otras posibilidades de interacción que están planeando incluir dentro de las propias “películas”.
Su primer cortometraje para esta plataforma, “ewa: Out Of body”, es u corto de una sola toma desde el punto de vista de la cámara – el público se enfoca en la cámara para interpretar lo que ve – y recorre de forma ininterrumpida por la historia de principio a fin como el camarógrafo. A diferencia del cine convencional, este tipo de películas no pueden ser editadas por ahora, lo que significa que el movimiento de los actores y las cámaras deben ser altamente precisos y medidos, siendo previamente coordinados y coreografiados, de forma tal que concorde con la historia y avancen de forma fluida, sin ningún tipo de acción impuesta o mal realizada, siendo el mayor interés de los directores el crear una relación directa entre la audiencia y la historia.
Entre las preocupaciones que existen respecto a este tipo de cine es la capacidad de ser social entre el público al observar la película, es decir, con los lentes puestos, podrían asolarse los uno a los otros los asistentes a la película, lo que podía reducir el disfrute de la película. En contraste con la afirmación anterior, una película presentada en el más reciente festival de Canes rompió con la idea de este parámetro ofreciendo a un grupo de la audiencia un par de lentes de realidad virtual para disfrutar de la experiencia individualmente al ver un corte en VR sobre una comida, finalmente, tras ver el corto, discutir cuál fue su experiencia y que rol experimentaron dentro de la unión comunal una vez puestos los lentes, los resultados fueron interesantes para el director del corto, afirmando que no hubo solo una historia o una interpretación, hubo 5 experiencias totalmente diferentes desde cada punto de vista.
Diferentes directores de Hollywood abrazan la idea de películas en VR afirmando que se está creando un nuevo lenguaje cinematográfico con infinitas posibilidades. Aunque muchas de las respuestas han sido buenas, algunos directores no se emocionan con este tipo de tecnología, un ejemplo es Steven Spielberg, que señaló que este tipo de programas ofrecen quizá demasiadas decisiones a la audiencia, alejándolas de la historia, por otro lado, algunos refutan esta afirmación sugiriendo que el director tiene un papel totalmente nuevo y más importante a la hora de hacer un filme.
Ya sean buenas o malas las experiencias de diferentes directores, la mayoría se encuentran bastante animados al ver la posibilidad de trabajar con nuevas herramientas