Tuve un amigo que trabajaba en una empresa que fabricaba recipientes de plástico y bolsas. Las vendía a las tiendas.
Me explicó que lo que ocurría es que los establecimientos que daban contenedores de plástico a sus clientes debían pagar un impuesto. Este impuesto se debía al Punto Verde, el lugar dónde se llevan y se vacían los contenedores de reciclaje. Naturalmente, el comerciante no quiere perder dinero, así que no le queda otra que cobrar las bolsas.
¡Fíjate! Te están cobrando un impuesto por basuras y además a las tiendas un impuesto por el punto verde. El comerciante te cobra la bolsa, que aparece en el tiquet, y que, ¡oh sorpresa!, generará un aumento en el IVA que el comerciante debe pagar.
Lo de la contaminación es una excusa. ¡Todo impuesto es siempre un robo!