Ayer, 19 de julio de 2018, me sorprendió un amigo con una noticia que a él mismo le atribulaba; mi amigo es cristiano evangélico y lo sentí pleno de tristeza y consternación. Sucede que un amigo suyo se suicidó lanzándose a una gandola. Quizá para muchos esto no significa nada. Pero, tenemos que tener fibra de humanos sensibles ante la muerte de otro ser humano y, más, en la manera que esto acontece.
- EL PECADO COMO UNA CONDENA TERRENAL .
El congénere pertenecía a un iglesia cristiana evangélica, fungía de co-pastor en la misma y con grandes compromisos y responsabilidades con la iglesia a la cual adoraba. Resulta que un ser humano como David, comete adulterio con una joven y es descubierto por los feligreses que denuncian al co-pastor. La iglesia por intermedio del pastor, inicia la investigación y determinan que es verdad lo cometido. El co-pastor es llamado pra que confiese su pecado ante la feligresía, que asume con humildad y fe y la iglesia se da por satisfecha. Ah, pero todo continuó como un infierno para el señor pecador. Le quitaron las prebendas y nada de de púlpito, le asignan otras tareas que cumple con obediencia y pulcritud.
COMPLICACIONES CON SU VIDA MATRIMONIAL.
El adulterio no se lo perdona ni la iglesia ni su esposa. Se separa la pareja y el hombre empieza en un mar de calamidades. El hombre en su desesperación acude ante el pastor y ante muchos feligreses en busca del perdón y su redención, que hasta ese momento, hacía todo lo que la iglesia le exigía. Denuncio ante el mundo que este hombre que se suicida, mas producto del adulterio, es victima de una inquisición hórrida y atemporal. Pareciera que todos son venerables y aún más, impolutos y santos corderos. Salomón es producto de un adulterio; Jesús nos dice: El que esté libre de pecado, que lance la primera piedra. Cuál es el motivo para inducir al suicidio a este señor? Los culpables somos todos, la sociedad en general, la publicidad, la generación de conflictos sociales y, acaso la confesión no es una catarsis. Todo lo humano debe ser propio. Cuando se condena al ostracismo, al suicidio en este caso, es un delito mayor. Invoco a Dios para que se haga justicia. Que no quede en la impunidad este crimen de una iglesia, como muchas, donde el pecado es cotidiano, que se revisen interiormente, que lo que sale de sus bocas sea la palabra bondad, la benevolencia, el altruismo y el amor verdadero a los congeneres. No basta con ir a una iglesia, ya Sócrates nos imprecaba sus juicios sobre el ser humano. Nos dijo: La gente buena piensa lo que los malhechores realizan. Sintamos la pasión, pero que ella no nos obnubile. Bien lo dice la palabra: Amaos los unos los otros.
COLOFON.
Debía sentarme a escribir estas reflexiones. Espero que las lean y sientan que el ser humano está en una crisis espiritual grande. Que condenar el pecado de una manera tajante no lo va a anular de la faz de la tierra. El pecado viene con el hombre y la sociedad se encarga de explotarlo al máximo. Cristo muere por nuestros pecados, ahora este ser anónimo se reencontrará en el cielo o en el infierno con sus castigadores, pido a los creyentes dogmáticos, su elasticidad y comprensión del hombre, somos débiles y la fortaleza se consigue en la sindéresis y en en el buen juicio que tengamos.