Me llaman mucho la atención este tipo de castillos roqueños, estrechos y alargados, que están enquistados en lo alto de esas lomas castellanas. Parecen enormes barcos de piedra, y se me hace que debía de ser duro vivir enclaustrado allí dentro, donde el ancho entre las murallas no debía superar, precisamente, el de cualquier gran galeón de una armada moderna. El último que visité en persona fue el de Peñas Negras en Mora, Toledo, y me asaltaban estos pensamientos.
Hola, amigo Juan, encantado de volver a saber de ti. Tendrías que conocer, entonces, la fortaleza califal de Gormaz, en Soria. Este es el castillo de la Riba de Santiuste, en Guadalajara, no lejos de la frontera con Soria y visto así, engaña, porque la cuestecita se las trae. Es un lugar curioso y misterioso a la vez. Los vecinos tuvieron que precintarlo y poner puertas con gruesos candados, porque durante una época a todos los majaras del mundo les dio por acudir allí de noche para realizar ritos satánicos. Dicen que al igual que en la fortaleza califal hay símbolos árabes en los muros, en su interior hay curiosos símbolos egipcios, entre ellos el Ank o la Cruz Ansata o Cruz egipcia de la Vida. Las medidas, pues como suele ocurrir en casi todos, son también algo engañosas, muy estrecho en la entrada, pero luego bastante amplio por dentro. Un afectuoso saludo