Hace años investigué este insecto que, aunque parece una mosca de gran tamaño, difiere mucho de ellas. Lo primero que destaca es su picadura, la cuál debes evitar a toda costa, ya que es muy dolorosa. Puede volar tan rápido que es capaz de alcanzar la velocidad de un caballo y tiene una dieta a base de sangre.
El tábano puede, incluso, dejar alguna de sus larvas en tu piel, por lo que recomiendo no molestarlos. Pude realizar esta fotografía en el teleférico de Caracas y alejarme sin mucho inconveniente, ya que hice lo posible por no molestarlas —eran muchísimas—.
Muy buena fotografía!
¡Gracias!
tu vida corrio peligro, todo un reportero grafico de guerra!
La vida es un peligro, pero la foto lo valió.
¿Y qué hubieses hecho si te hubiera picado y dejado sus larvas?
Ir al médico.