Retumba la risa a nuestro al rededor.
Retumba en cada pared y vuelve a caer sobre nuestro pecho.
Aquellas risas sinceras nos recuerdan quién esta a nuestro lado. La vida se vuelve real cuando quienes están cerca pueden ver con nuestros ojos. Esos momentos se vuelven memoriosos y nos invocan a abrazar cada instante.
Sobre la mirada una luz destella de alegría y cada sorbo nos permite respirar para seguir con la próxima carcajada.
Entre suspiros pensamos nuestra siguiente respuesta, nuestro siguiente chiste para mantener la velada.
Una velada entre cigarrillos y ansias de demostrarnos que nos adaptamos cada minuto a aquel hogar.
Aquel hogar nos mantiene en calma y acoja nuestra alma. Un alma llena y pura, llena de sonrisas y pura de verdad.
Comparto este lindo poema realizado por Julieta de Argentina.
imagen sacada de mi escritorio personal.
Con estas palabras acogedoras les deseo un feliz día. @noryelis