Malandreo
La gorra a la altura de las cejas
es el amuleto para atracarle
sonoridad al insomnio
¡Pum, Pim, Pam!
Petrificaré la belleza con un asalto palabreado
en la vena de la ciudad donde fluye lo escatológico
Sacar del fondo las garzas de las letras curtidas
como el obrero lanza la atarraya de su esfuerzo mensual
en el cajero automático para pescar dinero
Y la gorra oprimiendo las cejas
Y las manos sostienen un pájaro negro
que amenaza con explotar en cantos
la taza vaciada de tristeza
¡Plaffs!
Se ha reventado la alegría del café
grave el día triste
está de triste gravedad
vestido de charco
cuán difícil se nos ha hecho atravesar los charcos
pégate a un rincón de la noche belleza
soy el azote de las ninfas en este valle
cargo un revolver empalagoso de anís con rivotril
en la ebriedad de la lengua
y no tengo miedo en usarlo
Dame todas tus flores ocultas
antes que se me quiebre el lápiz en los recuerdos
Espabílate
despierta las frutas a punta de piedras
lanza tus frases de guayaba
muchacha de peces trenzados
chorrea el labial de tus besos en este invierno
El maleante se pone su antifaz de pasado
Y la gorra a la altura de las cejas
queda sólo la música de la moto
sobre estas calles desesperanzadas
Poema: Luis Alejandro Indriago @Tukyilustrado
Ilustración: @Insulyna