A veces, por siempre, tan solo dura un segundo.
Tal vez no sabes el qué, el cómo y el cuándo. Lo único que se es que lo mejor es lo que pasa y lo que no también, el alma es tan compleja que no se puede encarcelar en una reacción, el alma es libre y a la vez prisionera, para mi eso de que "las palabras se las lleva el viento es mentira", hay palabras que marcan, hay personas que marcan, pero no es la marca, es la herida cicatrizada la que nos hace mejores seres llenos de experiencias y anécdotas, lo demás es un desangrar de sentimientos si no se cura el alma. Esa alma tan traviesa y tan descarada que no sabe que pasa si se encuentra con el: qué, cómo y cuándo.