sobre el granítico retorcido y desangrado
entre las nieves candescentes
reina parado
intenso e infinito en su amplio silencio el mediodía.
Pinos y abetos blancos
sin el aliento de los vientos
se elevan al sol que sereno los mira
y un pájaro canta
con frágiles sonidos de lira
el agua que lentamente entre las rocas camina.