Poema dedicado a el, porque sin el no tuviera que escribir.
Mis ojos estaban nublados, su mano en mi cintura era estar en otro mundo, era adormecedor, casi irreal, como estar acostada en una cama con mi mayor sueño. Un niño, mi niño, pero que niño, sin decirlo en el ámbito sexual, si no en el sentimental. Para estar claros nunca pensé en querer tan rápido y tan fluidamente a alguien, pero, así se siente, me arriesgo, que quede escrito aquí y ahora, que conste que no he sido obligada a desear este adormecimiento, de desear más de esos besos, que conste, que mi muerte es simplemente un suicidio, porque me lanzo al vacío desde ahora.
Sort: Trending