He evitado ser el intruso del silencio,
Porque quizás entendiéndolo, opte también por callar.
Por no decirte, ni decirme
Quién soy o dónde estoy
Por enmudecer si voy o iré...
Lo malo de contemplar el horizonte de tu indiferencia,
Además de que se está volviendo morada,
Es que seguiré cociéndome la boca con tu ego.
Defendiéndome de la tortura de tu silencio
Ése que tan sostenido en tu mirar,
Me causa un ruido infernal.
Sigo con miedo a discernir
Qué pasará si yo también dejo de decir, oír y hacer
¿Deberíamos evitarnos los pretextos que nos dejan como ingenuos?
Entiéndeme,
No es fácil rendirse ante cualquier rival,
Pero éste no es cualquiera.
Enfrentarse al silencio
Mientras pretendo torturarte con la misma estrategia,
No da pie a que negociemos.
No deja que nos hiramos a placer.
Solo permite que las palabras nos cicatricen en la piel
Y que nos ericen los recuerdos por nuestra renuncia:
La tuya de mí, la mía de ti...
Ambos estamos parados
De frente a nuevos escapes.
Tú ya trazaste una ruta,
Yo copié tu mapa para ir en dirección contraria.
Pretendo unirme al duelo decretado por tus labios
Al desenfreno descarado del tiempo...
Me iré a tu estilo,
Para sentir que no te fallé
Sino que fue mutuo el acuerdo.
Felicitaciones Miguel se ve que siempre te ha gustado escribir puedes hacer un posts sobre tus comienzos
Lo tomaré en cuenta, amigo. Seguro pronto escribiré algo sobre cómo comencé a hacerlo y cuando organice las ideas lo subo por acá. Saludos amigo