A veces la lluvia no ayuda a sedimentar el olvido, @johnjgeddes. Así como en la tierra, cuando llueve empieza a brotar en nosotros los sentimientos, fluyen, se empozan, anegan todo. Nuestros cuerpos, como el patio interior de una casa, se diluyen, se llenan de resonancias. Entonces huele a humedad, a verde, a madera. Entonces aparece el poema que es borde, metáfora del corazón y es recuerdo. Y es porque a veces la lluvia con su olor y presencia abre algunas puertas y ventanas. Bonita noche parati!
La fragancia es la puerta de entrada a los recuerdos, algunos tristes, otros hermosos