Me hallo mirando el caos apacible,
que describe el rubor de sus mejillas.
El viento se desprende;
y como una melodía,
el rocío.
Entonces vuelan las golondrinas,
Y es aquel roce metafórico
un vals perfecto.
Es el paso irónico de la vida
en ese preciso momento.
Volando va, sobre el horizonte
su rostro juvenil,
reflejando el tiritar del cielo
y como un argumento feroz,
inmortaliza el tiempo.
Es tan absurdo y precioso,
es sin duda alguna
el dibujo que esbozo;
un error preciado,
un extracto vergonzoso,
una idea borrosa,
un recado sin destino.
Mancho mis manos, sin haberle tocado
soñándole como un lienzo puro
me ahogo en la profundidad de sus ojos
mientras respiro su aliento,
y mis dedos tartamudean
y decaen mis parpados
y siento su cuerpo
y sus labios…
Ulises Rodríguez Barreto.