Desde el punto de vista de las ideologías políticas estamos fritos, los bandos divergentes se atrincheran y la lógica de la trinchera es plomo contra el enemigo que está al frente, el responsable de todo lo malo que me pasa. Lamentablemente es una conducta que en el venezolano se inició desde la conquista, colonia, independencia, republica, guerras civiles, dictaduras, hasta que los intereses de la elite y la clase política por el control de la riqueza petrolera convirtieron a Venezuela en una economía de puertos. Cuando se disparó el barril de petróleo a más de 100 dólares y llego la época de las vacas gordas, el gobierno repartió, pero despilfarro y se robaron millardos, ‘lo que nada nos cuesta hagámoslo fiesta’ y entra a jugar ‘la viveza criolla: no me den pónganme donde hay’.
Venezuela es una ‘anomalía’ geográfica, 30 millones de habitantes concentrados en la línea costera, miles de kilómetros sin un alma, y según la jactancia de los gobernantes, tenemos toda la riqueza del mundo en petróleo, oro, diamantes, coltan etc. etc., pero el país quedo limpio porque nos metieron de nuevo en la segunda guerra fría –ya Venezuela fue parte geoestratégica en la primera guerra fría- la ideología es la excusa para tener el control y apropiarse del botín y éste, no tiene ideología solo son intereses económicos, donde Venezuela es una pieza importante del juego geopolítico de los imperios.
Saludos
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Estoy de acuerdo contigo en cuando los bandos divergen, se atacan y defienden, sin embargo yo hablo mas de porcentajes de exito, de realidades y hechos.
De acuerdo contigo en, que muchos están sin alma, y los que tienen alma, se escondieron para proteger a los suyos y a los que aman, o se fueron para proteger sus almas de la corrupción mental que hay en el país.
El tema es que en Venezuela los capitalistas eran corruptos y seas del bando que seas, si eres corrupto no sirves y los comunistas, eran comunistas, por defecto el comunismo no sirve mas allá de los libros y la narrativa linda, que es inaplicable al contexto real.
Que bueno (que aunque pocos) lo que se salva es su gente maravillosa, donde sea que voy hay un Venezolano talentoso.