Victoria del Carmen Bello Pinto, de 11 años, desapareció el 2 de junio de 2017 en el estado Miranda, Venezuela, mientras intentaba visitar a su abuela, propiedad cercana a su casa, a las 8 p. m.
La estudiante de sexto grado de primaria y penúltima de cinco hermanos levantó sospechas cuando, a eso de las 10:00 p. m., sus familiares se enteraron que nunca llegó al destino de su trayecto.
Vecinos de la localidad aseguraron que Victoria, efectivamente, seguía el camino para encontrarse con su abuela, pero la perdieron de vista al doblar una redoma; otras fuentes informativas confirmaron haber escuchado gritos de auxilio por la zona en horas de la noche.
Yulimar Pinto, otra de las madres atormentadas por sucesos de este estilo, presentó el caso al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), pero su denuncia no fue tomada en cuenta con la rapidez pensada: pese al desespero de la progenitora, le indicaron esperar 72 horas antes de proceder, pues quizá Victoria aparecería sola o simplemente se podría haber fugado con «un noviecito».
Al no encontrar el apoyo ni las soluciones esperadas, Polibaruta, la sede de la Guardia Nacional Bolivariana, vecinos y representantes de la escuela donde Bello Pinto cursaba sus estudios actuaron en conjunto para conseguir a la pequeña, aunque no obtuvieron éxito.
Se creó la línea de investigación de secuestro, porque no había novedades en los hospitales ni en la morgue. Del mismo modo, se baraja la posibilidad de confusión entre bandas delictivas que buscaban a una infante con las mismas características de Victoria.
Venezuela está otra vez en el ojo del huracán. Este hecho no es más que la ratificación y el reflejo de un país cuyo sistema penitenciario, sin contar sus demás carencias, es prácticamente inexistente.
Fuente para la redacción: http://www.el-nacional.com/noticias/sucesos/denunciaron-presunto-secuestro-una-nina-baruta_186547
Todo el tiempo quieren achacar todas las muertes y/o desapariciones a "bandas delictivas" cuando la realidad es que se puede desaparecer o morir quien sea, pero mientras no sea alguien con influencia o familiar de alguien que lo sea, o mientras los involucrados no sean demasiado torpes para esconder el hecho o las evidencias, todo queda en: enfrentamientos, balas perdidas, confusión de personas.
Adivinen, sea o no sea algunas de las posibilidades mencionadas, seguirá reinando la impunidad. Porque de eso se constituye el sistema penitenciario. De rascarse las espaldas unos con otros o no resolver nada por simple flojera de los funcionarios.
Que lamenta hecho, 11 años su vida fue apagado mas rápidos que un suspiro.