El mito es una narración que describe algo fantástico y fabuloso acontecido supuestamente en un pasado muy antiguo y remoto, cuyo origen no se puede precisar.
Puede tratarse de epopeyas o hechos heroicos que explican el inicio de la historia de un pueblo, el principio del mundo o de la humanidad.
Estos hechos pueden incluir fenómenos naturales que suelen ser presentados en forma alegórica.
Es frecuente que los mitos representen la personificación de acontecimientos ocurridos o de cosas que afirman existieron.
Cuando un mito es alegórico presenta dos aspectos: uno de ellos es ficticio y el otro real.
El aspecto ficticio es una leyenda que en realidad no ha ocurrido; pero el real, de alguna manera sí pudo haber acontecido.
El relato del mito refleja lo que podría haber ocurrido si la realidad coincidiera con lo que los seres humanos esperan.
El logos fue posterior al mito, sin embargo con frecuencia la narración mitológica acompaña a la verdad filosófica.
Platón utilizó al mito para expresar verdades que escapan al razonamiento y no puede apartarse el mito de la doctrina platónica, porque quedarían eliminadas la teoría del mundo, del alma y de Dios y parte de la teoría de las ideas.
Para Platón, el mito es más que una opinión, porque a la vez permite expresar el devenir.
El contenido explicativo de los mitos captó particular atención entre los pensadores de la antigüedad y de la Edad Media; pero fue a partir del Renacimiento en que se volvió a poner el acento en lo que ya se había tratado en la antigüedad, que era el problema de la realidad y de la verdad de los mitos.
Los autores modernos, en su mayoría, no tuvieron en cuenta a los mitos por no considerarlos dignos de mención; sin embargo, a lo largo de la historia pudieron darse cuenta que tal vez fueron relatos falsos pero que también pueden ser verdaderos en algún otro sentido, como por ejemplo, que fue una creencia que existió en la historia, o sea que representan una verdad histórica.
En la época contemporánea, el mito es considerado un elemento posible e ilustrativo de la historia de la comunidad humana.
No es un objeto empírico para investigar ni se trata de un hecho histórico de algún Absoluto, representa la forma de una conciencia, el modo de ser, o sea la conciencia mítica.
El principio de esta conciencia se puede investigar a través de un modo de análisis que no es ni metafísico ni empírico, sino en un amplio sentido epistemológico.
Sin embargo, como la conciencia mítica es a la vez una de las formas de la conciencia humana, el estudio de los mitos revela la estructura de esa conciencia.
De este modo, lo que se puede investigar es la función que tiene el mito en la conciencia y en la cultura.
Los seres humanos necesitan crear mitos porque es una necesidad de la conciencia cultural.
El mito representa el supuesto cultural sobre el cual se apoya la cultura; es la estructura mental que modela e inspira la conducta.
Fuente: ”Diccionario de filosofía abreviado”, José Ferrater Mora.
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