Claro que todos podemos ser como esa mujer que se conmovió y sin dudarlo sacó de sí su verdadero ser, que es el espiritual y le dió ayuda en todos los aspectos a ese chico, a ese hermano que lo merece todo, como debe ser para todo ser viviente bueno esta tierra bendita. Cada día que vivimos es un día donde siempre tenemos la oportunidad para hacer algo así y hasta más, sólo depende de tí. Esta película es una gran reflexión de vida, que deberíamos imitar sin vacilar.