300 gr. de judías blancas, 2 cucharadas soperas de harina,
2 dientes de ajo, 25 gr. de mantequilla, 1 hoja de laurel, sal, 1 cucharada sopera de aceite, unos currusquitos de pan frito. agua, Se ponen las judías en remojo unas horas antes de utilizarlas (de 3 a 5 horas) con agua fría.
Se escurren de su agua de remojo y se ponen, al ir a utilizarlas, en un cazo con agua fría hasta que rompa bien el hervor. Con una tapadera se cubre el cazo y se tira esta agua, volviendo a poner unos 2 litros escasos de agua fría, los 2 dientes de ajo (pelados), la hoja de laurel y una cucharada de aceite. Se dejan cocer a fuego mediano hasta que estén bien tiernas (el tiempo depende de la clase de judías y de la clase de agua, por lo
cual es mejor sacar algunas y probarlas). Una vez bien tiernas se retira el cazo, y cuando están templadas se pasan en tandas por la batidora, quitándoles los ajos y el laurel. Se cuela el puré por el chino para que salga fino. En un tazón se ponen las 2 cucharadas de harina y se deshacen con un poco de puré frío. Se vierte esto en el resto del puré y se deja cocer unos 8 minutos. Se le pone sal, y en el momento de servir se añade el trozo
de mantequilla en el puré bien caliente, para que se derrita, pero sin cocer. Se sirve en sopera, con unos currusquitos de pan frito. Nota.-También se puede hacer un puré con un resto de judías cocidas o guisadas. Se procede entonces igual que para el puré de garbanzos (receta 112).
las judias son lo mejor
ya se que comeré mañana
buena receta mami
un buen puré