Ese momento en el que una frase te deja sin aliento; la sangre no fluye, te quedas en shock, el oxígeno no llega al cerebro, las palabras no salen. El cuerpo se paralizó, no ejecutas tan siquiera un pestañeo, una carga eléctrica recorre cada centímetro de piel, quedando como un objeto inamovible, como imán los pies se magnetizan al suelo: La mirada del emisor te atrapa como anzuelo. El frío se introduce, no entras en calor. Fría hasta la más mínima parte del cuerpo, todo suda, comienzas a temblar, es por no saber cómo reanudar, segundos más tarde la mente reacciona, te das cuenta: “Es nunca o ahora”, respondes lo primero que pasa por tu cabeza, sin saber exactamente qué decir: No puedes creer lo que sale de tus labios, y temes lo que de su boca pueda salir, (Es en ese momento en el que lo que más deseas es poder huir)…
La mirada se profundiza, penetra más, sus manos están a punto de tu cuello rodear, apartas tu superficie de ahí, por un milímetro y te toma allí… El arma está en tu pecho, no es hasta ahora que lo puedes notar, tus pulsaciones no tienen la más pequeña intensión de poderse calmar, y en el temor te decides alojar, la cerca nos separa aún, alguien se interpone en la acción, logro gesticular otro método de comunicación: Muevo mis manos entregando lo que puedo, pues mi mente aún no asimila lo que está entre mis senos.
Vuelve a salir la primera frase, mi boca se abre nuevamente por la impresión: “Dame el teléfono rápido o te disparo”
El intermediario me dice que se lo dé, yo se lo entrego y me siento culpable, el ladrón huye, huye rápido y con todas sus fuerzas. Mi familia y mis amigos se le pegan atrás, le persiguen por mi vida amenazar. Mi mente no llora, mi cuerpo quizás, el aún no para de temblar, el susto persiste, él no se va, y aunque lágrimas no corren, el pesar está.
¿Cómo alguien puede hacer algo así? Sin miedo pero con temor, no teme matar pero sí ser encontrado.
La reflexión corre por mis venas. Ya respiro, pero con dificultad… Dios tuvo conmigo valiosa piedad; ha dejado mi vida pasar, un perdón, una nueva oportunidad: entrada al cielo, aún hay tiempo de remendar lo que quiero; desde aquella oscura noche, valoro más la vida, ya no soy capaz de matar, cada vida es importante por muy insignificante que parezca.
Todo parece más real, y siento cada segundo pasar. Literalmente tengo los pies sobre la tierra; es triste que no fantasee tanto, pero ya soy más consciente de la verdad, de esas horribles personas que se te pueden cruzar en la vida: Soy consciente de sus sentimientos, de su intensión, de toda esa maldad que abunda en su corazón.
¡El futuro está en manos de aquellos con el poder! Esos pequeñines, personas de inocencia y de amor, de conciencia en su interior, tienen la facultad de crecer, de sentir, de ver las cosas y andar por ahí, dan vida, dan alegría, transforman a esas pequeñas cosas en las más grandes del día, y una mirada de su corazón puede cambiarte el pensar por completo…
Está en su mente ver qué hacer, está en ella el ser diferente, y sí, duele, cuesta, pero obsequia agudeza, la prevalencia siempre da nuevas fuerzas… Tienen el futuro en sus manos y aún no lo pueden notar, para ellos, sólo son uno más en la tierra, pero no es cierto, tienen el poder, pueden encarcelar a los culpables, enseñar con amor, aprender a adentrarse en cada pequeño rincón, vivir la vida y caminar con sonrisa, animando a las personas y diciendo “Buenos Días”.
Una legión de pensadores y pensadoras a los que no se les enseña a pensar de la manera correcta, nuestro futuro se desbarata por ser nosotros quién les enseña:
“Guerra”, “Muerte”, “Desamor”, “un montón de Discriminación”, “un Rico que desprecia al Pobre”, “un Político que no sabe cómo actuar”, “un Policía que no ejerce su especialidad”, “Mentir para Sobrevivir”, “la Lealtad una Debilidad”, “Tu vida más importante que la de los demás” ,“Serio en todo momento”, “No uses tu Imaginación”, “Ve a tu cuarto y ve televisión”, “Sino puedes pasar toma otro camino”, “No busques otra forma de cruzar, sino puedes sólo vete y date la vuelta”…
La inocencia está instalada en su corazón, es la sociedad quién saca eso por falta de comprensión, si supieran que cada vez que lo hacen estamos más y más en peligro, buscarían más bien la forma de restaurar eso en aquellos que no la poseen.
El mundo se domina cada vez más por esa nube negra que intenta arrasar, lo bueno es que aún hay soles que caminan sobre la tierra, si fuéramos más, evaporaríamos esa condensación, y veríamos aquel inenarrable cambio;
Estamos ahí, nos encontramos dispersos, dando una pequeña luz a aquellos que no la tienen, mantenemos el equilibrio donde hay inestabilidad, e intentamos ver a los muertos de alma, con vida…
Estamos ahí, como puntos cardinales, como los valores del ciudadano, amor, respeto, cariño, bondad. Una gran responsabilidad: optimismo, humildad…
Nos encontramos ahí, como entendedores de esta preciosa vida, llevamos el secreto atesorado en nuestro corazón, esperando a aquellos que estén dispuestos a aceptarlo.
Nos encontramos ahí, como pequeños lagos prohibidos de agua, en medio de la sequía para aquellos que están dispuestos a crecer y beber.
Si tan sólo comprendieran lo importante.
Nos hallamos ahí, como faroles y lámparas en medio de las tinieblas, intentando esparcir asombrosos mensajes por el mundo.
¿Imaginan el brillo que podríamos emanar de crecer y juntarnos todos como un mundo en paz?
Alcanzaríamos hasta mayor intensidad que la luna, llegaríamos a las estrellas, hacerle sentir envidia al sol:
¡Consciencia, Conciencia! Eso necesitamos…
¡SEAMOS HUMANOS!
(No seres despiadados)
Carol...
Espero comprendan mi visión...
Un abrazo enorme desde Venezuela. Les aprecio mucho