Al llegar a la etapa de adultez nos llenamos de muchas responsabilidades, pienso que es eso algo común, porque para eso nos preparamos desde que somos niños, la sociedad, nuestra familia determina que debe ser así, estudiamos para prepararnos para tener independencia, y "esta se logra trabajando mucho", incluso si tienes dos trabajos demostrarías que eres mucho más responsable aún, seguro que han escuchado esto en algún momento.
No estoy pendiente prácticamente nunca de las festividades, lo que hace que de alguna forma me pierda con cierta frecuencia en el calendario, no recuerdo los días de cumpleaños prácticamente de nadie, y no es algo que me preocupe, la mayoría de las personas saben que soy así de olvidadizo con esas cosas, por lo que ya quienes me conocen ni se molestan por ello.
Pero en más de una oportunidad me ha pasado que planifico alguna salida para ir a comprar algo al centro y no contemplo esas fechas, esas festividades, y me ocurre que voy temprano y termino por perder el día ya que todo está cerrado, al menos lo que necesito esté abierto no lo está. Es esto un gran problema, no me queda más que asumir mi error y regresarme a casa.
Esto me ha ocurrido por la semana santa, pero no me molesto ni nada, de hecho, no es la primera vez que me ocurre, pero busco las maneras de aprovechar el tiempo a pesar de ello, camino, conozco algunos lugares nuevos, y de esa forma asumo que no pierdo el tiempo, siempre hay algo nuevo que se puede hacer, que se puede aprender así sea caminando.
Me salva el hecho de que soy conversador y así me muevo de un lugar a otro, por lo que nunca me regreso a casa sin algo nuevo que contar, no por el hecho sólo de contarlo, sino porque por lo general algo he aprendido de alguien, alguna cosa que puede hacer mi vida mejor, eso habitualmente me ocurre. Siempre creo que de todos podemos aprender.
Lo otro que me agrada ver es el centro de las ciudades en soledad, en tranquilidad, sabemos todos que estas por lo general son muy movidas, saturadas de personas, y esto hace que sea difícil contemplar algunas cosas como las arquitecturas por ejemplo, los colores reales de los establecimientos, los niveles de humo y toda contaminación, incluyendo la sónica disminuyen, es sencillamente otra manera de conocer los espacios, y siempre al menos hay panaderías abiertas en las que puedo sentarme a disfrutar de un buen café, y de esa forma definitivamente el día no es perdido.
