NO ES POR VISTA

in #religion7 years ago

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A veces estamos atravesando circunstancias adversas en las que nos sentimos agobiados y frustrados porque no encontramos la solución o salida del problema que estamos pasando; muchas veces pensamos y nos preguntamos ¿Que ocurre con Dios que no ve nuestra aflicción? o inclusive nos preguntamos ¿Por qué no responde a nuestras suplicas y oraciones?, de hecho pareciera que entre más pedimos la situación empeora; suele pasar cuando pedimos por un hijo sumergido en las drogas, o un esposo u esposa maltratador (a); también puede ocurrir en medio de una crisis financiera. En fin hay miles de ejemplos en nuestra vida cotidiana en las que pareciera que Dios no responde a nuestras peticiones.
PERO NO ES POR VISTA SINO POR FE….
Cuántas veces hemos escuchado esta expresión y hasta nos parece algo trivial y no le damos la importancia a digerir lo que realmente ella significa. Particularmente tenía la percepción errada cuando escuchaba algún predicador que venía de visita a mi país y decía que no importaba la circunstancia que estuviéramos atravesando, en Dios siempre había una respuesta, y pensaba para él es fácil decirlo, pues tiene todo lo que necesita, tiene dinero para viajar y visitar otras naciones y seguro que en su casa no le hace falta nada.
Pero la verdad es que no estaba del todo equivocada, y no porque una persona que esté en un pulpito sea perfecta y carezca de problema alguno; pues la palabra de Dios dice: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33); sino porque a la verdad estos evangelistas no están carentes de problemas en sus vidas pero si tienen todo lo que necesitan para afrontarlos y esto es a Dios de su lado.
CON DIOS NOS BASTA….
Y es que solo de la mano de Dios podemos afrontar cualquier situación adversa que se nos presente, ya que el meollo del asunto no es el no vayamos a vivir estas situaciones; sino que en medio de ellas Dios se va a glorificar; y ello no dependerá de tus habilidades, ni de cuento dinero tengas en tu cuenta bancaria, ni siquiera en lo que hagas en tus propias fuerzas; sino que dependerá de la fe que tengas en Dios en el momento de la prueba, aunque en lo natural veas y sientas que todo está empeorando, que quedaste sin empleo, que las puertas se cerraron, que tu hijo se fue de tu casa, que no tienes nada para comer, que tu familia se está desmoronando,… es precisamente en esos momento en donde Dios actúa y donde debemos aferrarnos más a él, y aprender lo que realmente significa la frase “NO ES POR VISTA SINO POR FE”.
Esto es algo que debemos ejercitar constantemente en nuestras vidas; ya que la fe en Dios no se trata de un amuleto que nos ponemos un día al recibir una palabra profética en nuestras vidas pero cuando llega el momento de la prueba nos olvidamos a quien hemos creído, y nos turbamos por la situación que estamos atravesamos. Tomemos por un momento como ejemplo la vida de José, hijo de Jacob; Dios le muestra dos sueños a José que representaban que el reinaría sobre su familia (Génesis 37: 7-10); sin embargo para que esta profecía se cumpliese en su la vida, él tuvo que pasar por una serie de situaciones (Génesis 39), que si bien lo acercaban al propósito que Dios tenia para él, parecía todo lo contario; de ahí la conclusión de que el Señor obra por caminos misteriosos.
Entonces ¿Que aprendemos de todo ello?, si escudriñas la vida de José, te darás cuenta que este era un hombre prospero a pesar de la circunstancia que atravesaba, todo lo que hacía prosperaba de su mano, sin importar cual fuese la prueba, la gracia y el favor de Dios siempre estaban con él; ya que en su corazón el cuidaba de no pecar contra Dios; pero ¿A que se debía esa fortaleza que tenía José, para que aun en medio de la adversidad no renegara del Señor y siempre su temor le acompañara?; la respuesta está en la confianza que él tenía en Dios.
José aprendió a esperar y a confiar en el Señor, él tenía una promesa de su parte y sabía que en su tiempo la cumpliría, así que aprendió a descansar en Dios en medio de la adversidad, sabiendo que él es fiel y sus promesas son sí y amen. Así que esforcémonos y seamos valientes y aprendamos a esperar y a confiar en el Señor, descansemos en él, creyendo en sus promesas porque de la manera que él estuvo con José, hijo de Jacob, también estará con nosotros.