Reflexión Bíblica de Jeremías 18, 1-6.
El Señor afirma, que nosotros somos en sus manos como el barro, en las manos del alfarero y que todos los días nos moldean y nos da forma, hasta el día que le queda como Él quiere.
Si nos duele no importa, aceptemos la experiencia con respeto y dignidad para crecer, porque Dios está trabajando por ti y por mí.
Te abrazo con el corazón y te envuelvo en la oración mi querido lector.