La Resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos para afrontar las adversidades y sacar el mejor provecho de ellas. https://definicion.de , la define como: " la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro". Las personas resilientes se caracterizan por manejar, asertivamente, su inteligencia emocional, son capaces de analizar y conseguir más de una solución para una problemática, por lo que se consideran sumamente creativos, no se detienen en preguntarse el por qué de las cosas, sino se enfocan en cómo salir airosos de una situación, hasta son capaces de reírse de su infortunio, buscan estar cerca de personas con actitud positiva, practican el trabajo en equipo; por lo general, desarrollan el liderazgo para influir significativamente en otros.
Muchos se preguntan si la resiliencia es innata, o por el contrario se construye. Al respecto, Palá, Beatriz (2017), expone: "La resiliencia no es una condición o una cualidad innata, algo que tenemos o no tenemos en función de los caprichos del destino o de nuestra buena fortuna. Nada de eso. La resiliencia es algo que todos, sin excepción, podemos desarrollar, aunque en ocasiones para lograrlo sea necesario modificar algunas de nuestras creencias, convicciones y hábitos". En este sentido, se puede afirmar que los resilientes son personas como tú y como yo, sólo que ellos han sabido enrumbar su modo de vida de una manera positiva, empleando para ello fuerza de voluntad y adoptando nuevas costumbres que les generan bienestar inmediato y a futuro.
Desde esta perspectiva, cualquier persona que desee convertirse en resiliente puede iniciar su proceso de transformación; sin embargo, debe afianzar ciertos hábitos de vida que son el ingrediente perfecto para lograrlo. A continuación se sugieren ciertas técnicas para alcanzar una personalidad resiliente:
1. Alimenta tu Autoestima: El autoestima, está directamente relacionado con la Resiliencia, debido a que en la medida en que agreguemos valor a nuestras capacidades, mantengamos una motivación intrínseca hacia el desarrollo de nuestras potencialidades, nos carguemos de pensamiento positivo, en esa misma medida, obtendremos las herramientas para hacerle frente a las situaciones desafortunadas del entorno; de lo contrario seremos presas fáciles de la adversidad. Practica el amor propio, cuando somos capaces de amarnos y amar lo que nos rodea, estamos aportando valor a nuestra autoestima.
2. Empodera tu mente hacia pensamientos positivos: La mente puede jugarnos una mala pasada si no la controlamos, por lo que, sin ser idealista, hay que ver siempre lo bueno que puede dejarnos una experiencia negativa. No obstante, hay que tener presente que, sentir miedo, ansiedad, tristeza o rabia, es normal, recuerda, no eres un robot, eres humano y experimentas emociones, lo cual es sinónimo de salud mental; solo que no debes engancharte y permitir que estas emociones se conviertan en un estado de ánimo.
3. Piensa antes de actuar: Identifica el problema de una manera racional, no actúes con impulsividad, cuenta hasta 10 y , si es preciso, hasta 100, hasta que el sentimiento negativo que te ha causado la emoción baje de intensidad.
4. Hazte un proyecto de vida: Tener un horizonte claro hacia dónde vamos resulta de mucha utilidad para convertirnos en resilientes, debido a que las ganas por desarrollarnos y alcanzar nuestras metas, será mayor que cualquier adversidad que se nos presente.
5. Procura rodearte de personas positivas que te aporten bienestar y sean fuente de inspiración para tu proyecto de vida.
6. Determina tus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas: Te recomiendo que tomes papel y lápiz y empieces a enumerar todas tus habilidades, capacidades, logros... ; asimismo, identifica las oportunidades que te ofrece tu entorno: familia, amigos, trabajo, sociedad, entre otros. Igualmente, debes reconocer tus debilidades y analizar si puedes transformarlas en fortalezas y no debes perder de vista las amenazas del entorno, que aunque no puedes controlar, puedes estar prevenido para minimizar su impacto. Para hacer tu análisis situacional, puedes aprovechar la Matriz DOFA O FODA.
7. No te opongas a los cambios. Procura ver siempre lo positivo que puedan traer consigo, antes de resistirte, analiza los pro y los contra para que tengas herramientas que te permitan conseguir más beneficios que pérdidas.
8. Ten presente que todo pasa y los problemas son transitorios. No puedes evitar que ocurran situaciones adversas; lo que sí está en tus manos es la forma como respondes ante ellas; acepta con fortaleza las circunstancias que no puedes cambiar y céntrate en buscar soluciones puntuales a las que sí dependen de ti.
9. Se agradecido: Detente a valorar lo que tienes, agradece por ello diariamente y no te enfrasques en lamentarte por no haber conseguido lo que quieres, todo llega en su momento y, mientras tanto, dejas de disfrutar lo que la vida, generosamente, te ha otorgado.
Se puede inferir que la mejor manera de consolidar la resiliencia para alcanzar el éxito en nuestras vidas es desarrollando la confianza en sí mismo, valorando nuestras capacidades y convirtiendo el "amor propio" en un escudo para protegernos e inteligentemente, aprovechar las oportunidades que surgen en medio de la adversidad.
¿Te consideras una persona resiliente?, para descubrirlo te recomiendo llenar algunos test que se encuentran en la web, a continuación cito los siguientes:
http://www.jordigarrido.com/tests/resiliencia/resiliencia.php
http://sohs.pbs.uam.es/test/resiliencia
REFERENCIAS
Palá, Beatriz (2018): ¿Resiliente, se nace o se hace?, disponible: http://www.vitalcoachingbarcelona.com/resilente/. Barcelona, España. Consultado el 21 de enero de 2018
Pérez, J. y Ana Gardey (2008). Actualizado: 2013.Definición de Resiliencia,
disponible: (https://definicion.de/resiliencia/)https://definicion.de, consultado el 20 de enero de 2018
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