Los extremófilos son organismos que viven en ambientes inhóspitos dónde la vida muy poco podría prevalecer (volcanes, fuentes hidrotermales, lugares con elevados índices de radiación, zonas muy frías o muy calientes). La mayoría de estos organismos poseen características especiales que les permiten soportar las condiciones extremas a las cuales están expuestos.
Anteriormente se pensaba que la vida sólo era posible en las condiciones ideales de temperatura, presión, presencia de oxígeno, entre otras, por lo que se asumía que esta era imposible de encontrarla en lugares donde las condiciones circundantes fueran agresivas, como por ejemplo concentración salina muy elevada o frío extremo.
La mayoría de estos organismos son bacterias. De acuerdo a la clasificación que la biología utiliza, las que pertenecen al dominio de las Aecheas o arqueobacterias (las mas antiguas) son las mas abundantes, seguida por algunas eubacterias (bacterias verdaderas) y muy pocas eucariontas (células complejas como las que tenemos los humanos, por ejemplo).
Desde que comenzaron a ser descubiertos estos seres vivos, los científicos los han estudiado para saber la razón por la que pueden soportar condiciones extremas de vida, lo que los ha llevado a descubrir que estos organismos poseen enzimas y compuestos qué difieren mucho de los demás lo que les permiten hacer lo mismo que todos los otros pero en ambientes agresivos para la vida común.
Otra propiedad que poseen estos organismos es que su membrana celular no es una doble capa de lípidos como la de la mayoría de las células, sino que es una sola capa que presenta una estructura química distinta, lo que le da mayor resistencia y estabilidad. Las que viven en lugares muy salados acumulan sales en su interior para que de esta forma se mantenga el equilibrio osmotico con el medio donde estan inmersas sin perder líquido.
La investigación en el campo de estos organismos tiene muchas aplicaciones desde el punto de vista biotecnológico. Por ejemplo, algunos procesos industriales requieren de temperaturas muy altas o muy bajas, condiciones de pH ácido o básico, presiones muy altas o muy bajas. A medida que se va comprendiendo más la biología y la bioquímica de los extremófilos, se puede ir avanzando en el mejoramiento de dichos procesos industriales. Un ejemplo de esto es la industria de cuero, en su proceso necesitan que la piel sea degradada por enzimas en condiciones de alta salinidad, por lo que actualmente, luego de haber estudiado lo suficiente el genoma de estos organismos se han clonado los genes que codifican la síntesis de estas proteínas (enzimas en este caso) y se producen a escala industrial. De esta forma la industria se aprovecha del estudio y los hallazgos procedentes de estas especies.