Hace unos días luego de salir de una pauta de mi trabajo, decidí tomar el metro para regresar a la oficina. Mientras esperaba el metro, el cual presentaba retraso otra vez, se encontraban junto a mí una señora de aproximadamente 50 años y un señor mayor de alrededor de 60 años. Cuando por fin llego el vagón, se detuvo y abrió sus puertas, justo frente a nosotros se encontraba un señor en silla de ruedas con intención de salir.
Entramos al vagón y el señor que entró junto conmigo y la otra señora intentó empujar al señor de la silla de ruedas desde adentro pero no lo logró. Al ver el intento fallido del señor mayor, la persona que estaba en la silla de ruedas empezó a insultarlo y en pocas palabras le dijo que lo dejara porque él podía solo (prefiero ahorrarme las malas palabras que dijo).
Mientras esto sucedía, yo solo miraba, sin saber qué hacer, por un momento pensé en ayudar al sujeto de la silla de ruedas pero a pesar de su discapacidad, intimidaba mucho: le faltaban un brazo y una pierna, a pesar de tener una piel morena las cicatrices en varias partes de su cuerpo se notaban fácilmente y su ojo izquierdo no tenía iris ni pupila. Si, parecía salido como de película de terror.
Ante todo esto yo me preguntaba ¿qué nos pasa? Qué ocurre con nuestra sociedad, parece que la buena voluntad de las personas se ve opacada por el pesimismo y la negatividad de unos pocos, y digo unos pocos porque creo firmemente que en este mundo aún somos más los buenos que los malos, y no debemos dejarnos llevar o permitir que nos afecte el mal carácter de otros. Ese día admiré mucho al señor mayor, quien pese a su avanzada edad y su delgadez optó por ayudar a su prójimo. Definitivamente que haciendo el bien sin mirar a quién algún día podremos hacer de este, un lugar mejor.
Que lamentable Willmary. Es triste ver como se pierde la cordialidad y la amabilidad en nuestro país.
Por unos pocos no debemos permitir que los valores y la buena educación se pierdan en nuestro país. Un saludo amigo Héctor
Así estamos. Espero que no caigamos en una depresión generalizada.
Eso ni pensarlo, debemos mantener la frente en alto y seguir adelante
El mundo cambia si uno cambia. Cada decisión nos lleva a un universo totalmente distinto. Aquí aparecen ahora nuevas oportunidades de acercarnos.
Así es, en vez de ser parte del problema hay que mentalizarse y ser parte de la solución
Aunque tu entorno cambie en forma negativa, debemos mantenernos como esa pequeña luz que puede significar para alguién más el faro que le brinde un rato de claridad. Saludos.
Totalmente de acuerdo, los buenos somos mas y no podemos dejarnos opacar
¡Qué triste, Willmary! Unos porque desean ayudar y otros porque no se dejan...
Exactamente querida Lenys, pero eso no nos debe cambiar nuestro forma de actuar a favor del prójimo
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STOPConcuerdo contigo en que "somos más los buenos que los malos".