La boca es ya de por sí una de las mejores herramientas que la naturaleza nos dio, que tal si ponemos en acción nuestra versátil lengua.
Haz ese beso más hot. Recorre sus labios con la punta de tu lengua, algo sutil y procura no poner demasiada saliva, también puedes lamer la comisura de sus labios, intenta morder su labio inferior suavemente, no queremos que piense que eres cannibal.
Déjalo(a) escucharte. Recorre con la punta de tu lengua su oído, mientras acaricias su espalda o cuello, gime muy sutilmente en su oído, déjale saber tus ganas de más.
Es hora de sentir tu humedad. Toma su mano mientras lo(a) miras fijamente y llévala su mano hasta tu boca, puedes ponerla primero en tu mejilla, para que sienta tu piel y después acércala hasta tu boca para acaricia la yema de sus dedos con tu lengua y acariciarla con tus labios.
Abrázalo(a) y atiende un poco su cuello, esta es una de las zonas más erógenas del cuerpo, puedes lamer justo detrás de su oreja o bien recorrer desde su barbilla hasta la clavícula. Mientras tanto tus manos pueden a acariciar su pubis, miembro y glúteos.
Ya más entrados en la pasión, lame sus pezones y dale suaves chupetones, has un poco de presión al succionar, cuida los dientes para no lastimar.
Muchas veces nos olvidamos de la espalda y está es una gran zona erógena, pon atención en la parte baja de su columna, lame con la punta de tu lengua mientras acaricias todo lo que te quede al alcance de su cuerpo, intenta lamer justo en la arte superior de la unión de los glúteos.
La zona “V”, es la zona que se forma entre los huesos de su cadera y su zona íntima, esto puede ser buena antes de iniciar el sexo oral, primero lame y succiona un poco justo donde están los huesitos de la cadera.
Esperamos que estos tips, te hayan llenado de ganas de darle un buen momento a tu pareja o de pasarlo, puedes pasarle esta nota para que sepa en qué estás pensando.
Disfruta…