Las perlas son cicatrices convertidas en amor

La perla es producto del dolor que le produce al molusco en su interior por las partículas de arena y animales o parásitos, es una herida cicatrizada que forma con el tiempo el nácar y más tarde la perla. Gracias a La maravilla de la naturaleza no deja de asombrar por la riqueza valiosa que ella produce, como las perlas hermosas y altamente buscadas por su valor y belleza. No todas las perlas son blancas ellas varían en color, las hay inclusive negras, todo se debe al tipo de alimento que ha consumido el molusco. Desde épocas antiguas las perlas por su belleza llamaron tanto la atención que aun desconociendo el valor, fueron utilizadas para adornar a grandes personalidades, sobre todo de la realeza.

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El origen formativo de la perla se produce por el mecanismo de defensa de un animal llamado molusco, este animal es formado por el origen mineral, el molusco cuando es pequeño flota en el agua, en el interior de las almejas o mejillones se depositan restos de arena o animales (microorganismos vegetales o animales) que resultan irritantes y como mecanismo de defensa, es cubierto por laminillas de nácar, el nácar poco a poco se va endureciendo, esto hace que el molusco descienda al fondo del mar, y se forma la piedra o perla irregular en aproximadamente seis años. Hoy en día gracias a la ciencia se producen perlas cultivadas, en el interior del molusco se aplican sustancias irritantes que aceleran el proceso de evolución de la perla.

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Lo más interesante es que la perla deja en nosotros la moraleja de sanar las heridas y hacer con ellas una perla de amor, se trata de aprender a transformar el dolor en amor y no ser una ostra vacía por no haber permitido cicatrizar las heridas.