El Amor es como el hambre:
Cuando tienes mucha hambre eres capaz de comer un pan duro o lo primero que aparezca aunque no sea saludable, así mismo cuando tu corazón tiene hambre de afecto, aceptas al primero que venga aunque te trate mal, te golpee, no te valore o no te merezca.
Muy buena post
Gracias hno.