Esta prolífica autora se ha ganado el respeto y los corazones de muchos en los últimos años, actualmente es referencia de excelencia en el género romántico, desde que publicó su primera novela en el año 2009 no ha parado de ganar premios y reconocimientos por sus obras.
La mayor representante de este género, Megan Maxwell, es de lejos la escritora más leída en España, aunque su nombre apenas se mencione en el círculo literario clásico. Los datos son apabullantes. Tiene 32 novelas publicadas, su obra se traduce a 10 idiomas y se distribuye en 24 países distintos. En los últimos años ha vendido 1.700.000 ejemplares de sus libros sólo en España y se ha convertido en la preferida de su editorial. Su identificación dice que se llama María del Carmen Rodríguez del Álamo Lázaro y que nació hace 53 años en Alemania, pero hace tiempo que abandonó su nombre para presentarse a los lectores con su alter ego literario. En casa la llamaban 'Nena', pero ahora hasta su madre la llama Megan.
María del Carmen Rodríguez del Álamo nació en Núremberg, Alemania en 1965, de madre española y padre norteamericano, vivió toda su vida en España. Trabajó como secretaria en una asesoría jurídica durante varios años, hasta que su hijo enfermó y se dedicó a cuidarlo en casa. Al principio escribía para entretener a amigos y familiares. Con más tiempo libre del que podía gestionar, se matriculó en un curso online de escritura romántica y su profesor, que también era editor, le propuso publicar. A partir de ahí comenzó a llamar a la puerta de concursos y editoriales hasta que en 2009 más de 12 años después consiguió su primer contrato literario bajo el seudónimo de Megan Maxwell. Cuando le preguntaron el por qué escogió ese nombre ella respondió:
“Para vender libros románticos necesitaba otro, la protagonista de la primera novela que escribí se llamaba Megan. Le puse ese nombre porque siempre me gustó, era el que yo utilizaba en Internet y porque algo en mí me dice que si mi vida hubiera sido diferente, seguro que me habría llamado así. Escribo con seudónimo porque me identifico con él, no porque nadie me lo impusiera. Una vez decidí publicar con el nombre de Megan, como se me hacía corto, así que busqué un apellido: Maxwell, en homenaje a un cantante que me gusta mucho que se llama Brian Maxwell”.
Con más de 187.000 seguidores en Facebook, más de 122.000 en Twitter y más de 91.000 en Instagram, Maxwell apenas necesita publicidad. Puede encontrarse a sus incondicionales fans en cualquier parte del mundo, ya sea en el control de pasaportes de los aeropuertos o en la sección de pollos del supermercado, donde más fotos le piden, según ella. Aunque parezca increíble es ella quien gestiona sus redes sociales ya que considera que el 50% de su éxito se lo debe a sus fans y que por eso les dedica su atención y su tiempo. Antes se sentarse a escribir le dedica un tiempo a actualizar sus redes y en la noche después de la cena responde correos y mensajes.
Es muy metódica y disciplinada con su trabajo, se impone un horario de 10:00 am a 8:30 pm son pausas para comer, pone música para relajarse e inspirarse, sin música no podría escribir. Cuando trabaja en una historia nueva le gusta comenzar por el título, luego se imagina cómo quiere que sean los personajes y busca actores en Google que se parezcan a la descripción. Después piensa en la trama que los envuelven y que no se parezcan a lo que hayas escrito anteriormente. Se deja llevar y deja que sean los propios personajes quienes cuenten su historia.
Nunca imaginó que triunfaría tanto en el género erótico, la idea surgió de su editora después del impacto que de 50 sombras de Grey para aprovechar el impulso de ventas. Ella siempre había incluido sexo en sus novelas pero nunca de manera tan explícita. Lo que tuvo claro desde el principio fue que sus protagonistas nunca serían sumisas ni débiles, sino con carácter, lo que le generó años de rechazo por parte de las editoras en el pasado. Tomando en cuenta que el sado no era su estilo, ya que no le llamaba la atención, preguntó a amigos y conocidos a ver que les gustaba y fue como terminó decantándose por los tríos y el mundo swinger (cambio de parejas, orgías). Ella afirma no haber experimentado las cosas que escribe, sino más bien que investiga todo lo que puede en “San Google” y ve porno para poder describir con mayor exactitud lo que se imagina.
No le gusta que la tilden de pervertida por escribir novelas eróticas, ni ser encasillada en el género rosa, ya que le parece despectivo, para ella el amor y el sexo están presentes en todos los aspectos de la humanidad y escribir sobre ello no la hace menos que los escritores más “estudiados” . Le gusta promover la comunicación en las parejas y que se hable sobre lo que les gusta y lo que no para marcar sus propios límites. Es cierto que rompe muchos tabúes al escribir novelas sobre el mundo swinger, intercambio de parejas, orgías y demás, pues es un poco fuerte, pero eso no lo es todo en sus novelas. Por eso sus tramas incluyen cada vez más temas sociales, que reflejan las historias que sus lectoras comparten con ella.
Las “guerreras” somos personas que, cuando nos caemos, nos levantamos y seguimos caminando, pero es estando arriba cuando uno puede tirar de abajo, por eso en mi caso, teniendo la suerte de saber que te van a leer, me gusta tirar desde arriba para que la gente tome conciencia de los problemas que rodean a la mujer; por eso intento apoyar la trama con algo que conecte con esas mujeres que tienen problemas en el mundo laboral, que ganan menos dinero o que sufren maltrato... Desde mi posición hay mucha gente que me escucha y tengo que aprovechar para que se tome conciencia de muchas cosas.
Además del género erótico, Megan Maxwell escribe novela romántica, contemporánea, 'chik-lit' (traducido como 'novelas para chicas') y medieval. De ésta última proviene el apodo de las “guerreras Maxwell”, en honor a las protagonistas fuertes y valientes que pueblan sus páginas. Todas se caracterizan por tener un final feliz ya que la autora afirma que” para finales infelices ya tenemos la vida”.
Hasta ahora ha publicado las siguientes novelas:
- Deseo concedido (2010)
- Fue un beso tonto (2010)
- Te esperaré toda mi vida (2011)
- Las ranas también se enamoran (2011)
- Olvidé olvidarte (2012)
- ¿Y a ti qué te importa? (2012)
- Desde donde se domine la llanura (2012)
- Los príncipes azules también destiñen (2012)
- Pídeme lo que quieras (2012)
- Casi una novela (2013)
- Pídeme lo que quieras ahora y siempre (2013)
- Pídeme lo que quieras o déjame (2013)
- Sorpréndeme (2013)
- Ni yo misma lo sé (2013)
- Ni lo sueñes (2013)
- Melocotón loco (enero 2014)
- Adivina quién soy (marzo 2014)
- Adivina quién soy esta noche (junio 2014)
- Siempre te encontraré (octubre 2014)
- Te lo dije (noviembre 2014) (publicada anteriormente en el 2009)
- Sígueme la corriente (febrero 2015)
- Hola, ¿te acuerdas de mí? (junio 2015)
- Pídeme lo que quieras y yo te lo daré (noviembre 2015)
- Oye, morena, ¿tú qué miras? (2016)
- El día que el cielo se caiga (2016)
- Soy una mamá (2016)
- Pasa la noche conmigo (2016)
- Una flor para otra flor (2017)
- Hasta que salga el Sol (2017)
- Yo soy Eric Zimmerman, vol. I (2017)
- ¿Y a ti qué te pasa? (2018)
- El proyecto de mi vida (2018)
- Yo soy Eric Zimmerman, vol. II se publicará en 2018
También cuenta con algunos relatos y cuentos:
- Diario de una chirli (2009)
- Mi sueño y el de Adrián (2010)
- El bosque del arco iris (2011)
- Llámame bombón (2013)
- Un sueño real (2014)
- Ella es tu destino (2015)
- Un Café Con Sal (2015)
Si me preguntaran por una razón para comenzar a leer su obra... ¿Qué les diría? Les diría: ¿Quieres pasarlo bien, reírte, llorar, soñar o enamorarte? Pues tienes que leerla.
Fuentes de las imágenes y del artículo fueron tomadas de entrevistas realizadas a Megan Maxwell en:
Toca leer, no conocía nada de esta escritora pero ya la ubiqué, muy activa, tiene bastante producción. Ya te comentaré. Saludos.
Las medievales son muy alegres, las eróticas son un poco crudas y las demás son romanticas al 100%.