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Acusación de un instante
Ella no estaba hecha para la escena por venir. Sus labios estaban neutros por una pintura con la que no se sentía cómoda, sus mejillas ardiendo de penas ajenas. Elena no estaba en posición de discutir nada en este punto. Era la victima de un momento infame, y nadie le creería si se rebelaba ahora. No queria, de verdad no quería hacerlo. Pero seguía adelante, y cada paso que daba era aun mas dificil que el anterior. Ese escenario hipotético no estaba listo para su declaración. No estaba preparada para llorar ante las cámaras.
Elena contaría la historia del día que murió por dentro ante un jurado preparado para no creerle. Y un acusado demasiado elegante para que pensaran que era culpable. Pero el había deshecho la vida de Elena, y ya era momento de enfrentar la ley. Durante ese medio minuto que tardo en llegar a la puerta que la llevaría al estrado, pensó en esa noche infame. Y empujó la puerta por si misma, entrando al juzgado de forma imponente.
Desde las alturas
-Tobias, basta-le gritaba el chico rapado a su amigo en la punta de la torre.
-¡Franklin, esto es divertido!-le respondía mientras se balanceaba entre las vigas desnudas y frias de hierro de la torre.
-Por favor, Tobi, baja.
El chico de piel canela con su cabello desordenado, no sabía lo que era el peligro. Se creía invencible, se creía imposible de destronar. Era el rey de la ciudad, el jefe en la jungla de cemento. Y esta torre no era el reto mas pequeño que había enfrentado. Los 7 chicos eran unidos, pero Tobias sin duda era el más peligroso. Franklin, siempre el más cauteloso, seguía repitiendo que tenía un mal presentimiento sobre esa escalada. Todo por una maldita foto.
Seguía balanceandose entre las vigas, ante los ojos aterrados de sus amigos. Tobias si era invencible... Pero solo en la tierra, no en el aire. La torre se sacudió con la brisa, y pisó mal un trozo de viga en su bajada.
Cuando lo vieron caer, todo pasó en cámara lenta. El minuto más largo de sus vidas, resumido en un impacto sordo de algo orgánico contra la grama.
Claves de supervivencia
Yoji estaba sorprendido. Su propia fiesta de cumpleaños. Uno que no esperaba cumplir. ¿Cómo no se había suicidado antes de cumplir los 35? Era un logro bastante grande considerando que no veía sentido a su vida. Pero ya era muy tarde para pensarlo, llegó y aparentemente alguien lo quería como para organizar esto.
Amigos iban y venian, copas pasaban de una mano a otra y cada vez que lo pensabal, le daban escalofrios. Esta gente pensaba que el quería estar alli. Creía en él, de alguna manera. Esto iba a ser decepcionante para ellos. Pero ya no sentía miedo, solo quería liberarse de pensar en la humanidad y sus exigencias. Todos los estándares que debia alcanzar. Pero justo cuando le traian la torta, una cortina pasó por encima de la vela.
Cuando todo ardío en llamas, estaba preparado para morir con una excusa coherente.
Palabras sin sentido
No lograba sentir el brazo. Ya estaba siendo atendido en la emergencia de la clínica, siempre esperando lo mejor. Había pasado la rabia de su vida, no se sentía en sus cabales. Pero era fuerte, no se dejaría ganar por un rechazo en la universidad de sus sueños. Tenía mucho tiempo para estudiar para la nueva prueba, esta vez si la pasaría. Pero por una pregunta, esa estúpida pregunta que si sabía pero que olvidó. Eso lo separaba de su ingreso becado a la universidad.
Los doctores lo ingresaron y le diagnosticaron. "Eres muy joven para sufrir esto" le dijeron alarmados, "¿Que te pasó hoy?" preguntaron mientras tomaban medidas y muestras. Su cabeza estaba girando y el dolor era cada vez mas fuerte. Le pusieron el tratamiento y llamaron a su familia. Una vez estabilizado, y con las medicinas en su sistema, estaba lo suficientemente fuerte para pensar nuevamente. Y recordó la maldita pregunta.
La máquina se disparó apenas saliendo los medicos del cuarto. Al voltearse, ya no había nada que hacer. Fue un infarto fulminante a los 17 años.
No puedo verte
El mundo de la vista siempre fue un misterio para Jesus. No veía nada de nacimiento, y las descripciones del mundo eran inutiles. ¿De que le servian si no podia distinguir colores? Era absurdo. Solo sabía que esa voz encantadora de su club de lectura era algo que quería oir por el resto de su vida.
Así que la invitó a salir, y ella aceptó gustosa. Le encantaban sus recomendaciones, lo admiraba como lector. Y así inició un romance inesperado. Entre Luciana y Jesus, ambos ciegos. Él desde nacer, y ella desde hace 7 años. Un accidente la trajo a este lado, y ahora aunque no veía, sentía su alma. Esta pequeña cita iba muy bien. Pero en un instante sintieron la necesidad, la conexión mágica y se lanzaron.
Su beso fue tan rápido y emocionante que sintió ver la vida completa en un segundo, por primera vez a color y vivido. Pero sintieron el impacto del carro en su cuerpo. Era mala idea besarse en una calle transitada.
Los ultimos segundos
-Dame dos besos...
-Dejame en paz.-le replicaba ella, sonriendo como tonta. Fingiendo siempre. Este juego estúpido, una y otra vez.
-Dame dos besos... Por favor-le decía mientras la abrazaba fuerte.
-Te daré solo uno.
Y ese beso se extendió casi un minuto. Uno largo, hermoso, alucinante. Pero un teléfono sonó y ella lo tomó instantaneo. Era el mensaje de él. "Vamos a vernos en 20 minutos, claviculina" decía el chat. Ella resumió sus besos volátiles y se inventó una excusa. Este amor estable no le daba la emoción que quería, así que buscaba en otros lo que no encontraba con su prometido. Dejó la cama en 20 segundos, buscando huir de la rutina de un amor condenado al fracaso.
Malos hábitos
La música no dejaba de sonar. En sus oídos no podia percibir mas nada que el sonido de aquel beat fuerte, que le hacia mover las caderas. Se le pasaba el tiempo, todo iba demasiado rápido. Sólo quería liberarse de la culpa. Quería dejar de pensar en esa pelea, en su contrincante sangrando en el suelo.
Partir su nariz no fue difícil. Solo un golpe seco, CRACK. Luego de dejarla trastabillando, llevo su codo a su mejilla. CRACK. Con una patada la echó en el suelo. Ya había demasiada sangre derramada. Solo quería que dejara de molestarla. En 37 segundos, estaba reducida a una bola de llanto y carmesí. "Estúpida" pensaba, mientras pateaba a la figura llorando en el suelo. CRACK, eso fue una costilla, CRACK, esa fue otra que seguro perforó un pulmón. Y no se detuvo allí, no le importaba ya.
A la discoteca estaba entrando un grupo uniformado, buscando a alguien con su apariencia. Cuando la policía vino por ella por asesinato, no se resistió al arresto.
¿Qué te parecieron estos cuentos?
Me gustan las historias cortas, que puedo resumir en pocas palabras dando todo una escena para lo que los lectores quieran imaginar. Y así tengo una forma de salir de las ideas que no dejan de girar en mi mente. ¿Y ustedes como se encargan de las ideas en sus cerebros?
-A.
De verdad que estan bastante entretenidos e interesantes, felicitaciones! Sigue asi
Hacer cuentos cortos que resulten sorpresivos para el lector es todo un reto, te felicito
n.n
Por cierto, si te gusta la literatura, te invito a conocer mi libro.
https://steemit.com/life/@asdrubal/les-presento-mi-libro-suenos-humedos-de-un-maldito-freak