No me digas, ya lo se | Literatura

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Fuente: Pexels

No. No estoy loca. Si, se que no es la forma en la que esperarías que responda. Quizá es necesario, quizá no. Viví tantas vidas para no encontrar limites en esta. Sobreviví tantos horrores para sucumbir ante algo tan simple. Pero hoy… Hoy sabrás de que estoy hecha.

Ser frágil es una opción. Ser fuerte es una necesidad. Por hoy, por todas las veces que se rompieron en mil pedazos mis ilusiones. Por cada pequeño error que batió sus alas y cambió mi futuro. Esas son las razones de la coraza, de la guarda eterna sobre los huesitos frágiles del mini-ser.

Dosis de concentrado emocional. Pastillitas de paciencia. Gotas minúsculas de emociones incongruentes. Y olas gigantes que se llevan esos nombres hasta el fondo del océano. Oscuro, profundo, sin duda alguna, inexplorado. Para siempre, perdidos en abismos de terceros. De buenas intenciones y malos hábitos. Dame el vaso, es hora de mi tratamiento de realidad.

Respira. Todo pasa. Respira. Quizás esto no debió pasar en primer lugar. Una a una se van formando las gotas condensadas de vivencias. No, esto no debió ocurrir. Todas las señales indican que el futuro me dará la razón. Pero por ahora, solo quiero vivir unos segundos mas antes que el ahora sea pasado.

Dame alas. Dejame ir. Soy la mariposa que con una batida, cambia el futuro. Soy la parte que quiere alejarse de lo predeterminado. Escribe de nuevo, en tinta invisible, como hay limites para mi locura. Defineme nuevamente. En un momento, ya no vale. Vuelvo a ser transparente.

Cuento los pasos hacia atrás y veo el punto en el que todo se hizo real. Quiero matar esa realidad. Quiero evitar sentirlo. Déjame moverme, suéltame. Estamos amarrados por algo que no es sano. Permiteme, yo sola cortare mis cuerdas. Si algo me enseñó la vida, es que tu captor raramente busca tu beneficio.

La dosis es doble. El trago es mas grande. ¿Para qué? No lo se, pero así dicen que funciona. Amable, fugaz, pero no tanto. Intoxica en su rudeza. Deja la estela, ella brilla por si misma. Me dijeron que volaba alto, pero Ícaro tampoco sabia lo que hacia. Mis alas no tienen pega, están unidas por la voluntad de la huida.

Esperaba tampoco y tengo tanto. Ahora tengo millones de nadas, de momentos necesarios pero fugaces. No, para nada. Este es el momento mas brillante de mi fugaz existencia, debo vivirlo. Déjame creer en estrellas de deseos, y en hábitos nuevos. ¿Hoy? Vuelvo a ser nadie.

No me digas, ya lo se. Este momento es invisible. Las alas son falsas. Todo fue una pesadilla. La ligereza de pies que corren hacia lo desconocido. La pesadez de un “Tal vez” mal dicho no es humana. Pero así es la realidad. Cuando pasa, pierdes. Lo se, pero no lo quiero. Déjame dormir, quizá lo olvide hasta mañana.

Este cuento fue publicado originalmente en mi perfil de Medium. Aunque nunca más escribí por allá, recordé que esta pieza tiene un significado bastante fuerte para mi. Me ayudó a pasar una página, y a ver el mundo de una forma mucho más amable. Espero que les guste, porque recordar esos puntos de la vida es bueno para darse cuenta de nuestro crecimiento.

-A.